Tal y como lo adelantó hace un mes el presidente Andrés Manuel López Obrador, la desaparición del Instituto Nacional de Infraestructura Física Educativa (INIFED) será por ley, y ya está planteado dentro del proyecto de decreto por el que se expide la Ley General de Educación, cuyo dictamen será discutido el 25 de julio por el pleno de la Cámara de Diputados durante la sesión del tercer periodo extraordinario.

La desaparición de este instituto elimina al personal de expertos que coordinan actividades derivadas de la prevención y atención de daños causados en la infraestructura física educativa, ocasionados por desastres naturales —como sucedió con cientos de escuelas tras el sismo del 19 de septiembre de 2017— y proporciona capacitación, consultoría y asistencia técnica.

Hace un mes durante una de sus conferencias mañaneras, López Obrador dijo que el INIFED debía desaparecer por la política de austeridad y combate a la corrupción.

Informó que a partir del próximo ciclo escolar, más de 200 mil planteles recibirán recursos para su rehabilitación o mejora a través de los padres de familia, para que sea en éstos, juntos con las autoridades en quienes recaiga la tarea del mantenimiento de las escuelas.

“La idea es quitar todo (corrupción, moche o piquete de ojo) y entregar directo el recurso, y les va a alcanzar más. Es una sociedad de padres de familia, el director de la escuela, los maestros y algunos alumnos mayores de cuarto grado de primaria que participen (en la toma de decisiones sobre su escuela)”, indicó el mandatario el pasado 19 de junio.

Sin embargo, este proyecto es rechazado por los padres de familia.

El jueves pasado una comitiva de la Asociación Nacional de Padres de Familia fue llevada por Armando González Escoto, diputado de Encuentro Social (PES) —que es parte de la coalición Juntos Haremos Historia— al Palacio Legislativo. Ahí, Leonardo Pérez, integrante de esta asociación expuso: “Ahora va a llegar el recurso directo a los padres, donde no tenemos la capacidad ni los conocimientos de ingeniería o arquitectura para saber en dónde se deben hacer los ajustes necesarios dentro del inmueble”.

Pero el reclamo llegó demasiado tarde, ya que la desaparición del INIFED se da por decreto.

En el Título Décimo Primero, De la educación impartida por particulares, dentro de su régimen transitorio: establece: “Se abroga la Ley General de Infraestructura Física Educativa publicada el 1 de febrero de 2008 en el Diario Oficial de la Federación y se derogan todas las disposiciones contenidas en las leyes secundarias y quedan sin efectos los reglamentos, acuerdos y disposiciones de carácter general contrarias a este decreto”. de acuerdo con el Proyecto de la Ley General de Educación.

Y en su cuarto transitorio aclara: “Las asignaciones presupuestales, así como los recursos humanos, financieros y materiales con que cuenta el Instituto Nacional de la Infraestructura Fisica Educativa pasarán a formar parte de la SEP. En todo momento, se respetarán los derechos de las trabajadoras y los trabajadores”.

Agrega que se reconoce la labor que realizan las entidades federativas en el mantenimiento de la infraestructura educativa, pero se les facultará para establecer los lineamientos para la construcción, equipamiento, mantenimiento, rehabilitación, reforzamiento, reconstrucción o habilitación de inmuebles destinados a la prestación del servicio público de educación que deben considerar las condiciones de su entorno y la participación de la comunidad escolar, una vez de­saparecido el INIFED.

Por ahora, el Pleno de la Cámara de Diputados sólo prevé aprobar esta ley y deja “para septiembre, muy posiblemente” la aprobación de la Ley para el Sistema para la ­Carrera de los y las Maestras y la del Sistema para la Mejora Continua de la Educación, precisó a Crónica la diputada priista Cynthia López Castro, secretaria de la Comisión de Educación en San Lázaro.