El presidente Andrés Manuel López Obrador aseguró que revelará los nombres de jueces que han otorgado amparos indebidos, como en los casos del aeropuerto de Santa Lucía, el Tren Maya y la refinería de Dos Bocas, en Tabasco.

“Lo voy a hacer las veces que sea necesario, no me voy a quedar callado. Lo mismo los amparos en las obras del aeropuerto, la refinería, el Tren Maya. Estamos cumpliendo con todo pero si hay intereses creados, pues tenemos que darlo a conocer”, expresó.

Durante la conferencia de prensa mañanera, López Obrador dijo que dará los nombres en su espacio de Palacio Nacional, además de enviar un oficio al presidente de la Suprema Corte, Arturo Zaldívar para explicarle el caso de un amparo que otorgó un juez al exsubsecretario de Seguridad de Michoacán, Carlos Gómez Arrieta, quien habría participado en un acto de tortura relacionado con el caso Ayotzinapa.

“Me informaron de un amparo que nosotros consideramos indebido, ésa es nuestra visión”, comentó el mandatario federal, al precisar que se trata de “un amparo que le otorgaron a una persona que se presume participó en un acto de tortura que fue público”, expuso.

En rueda de prensa en Palacio Nacional, el presidente explicó que, en este asunto, se llevó a cabo la investigación, “se identificó a la persona, se pidió a la Fiscalía General (de la República) que se actuara”.

Resaltó que, si bien los amparos son legales, sólo se había llamado a comparecer al funcionario público, a que se presentara.

López Obrador indicó que, con todo respeto a la autonomía del Poder Judicial, “pero si ya tengo la información no puedo quedarme callado. Es más, voy a enviar un oficio al presidente de la Corte (Arturo Saldívar Lelo de Larrea), que es a la vez presidente del Consejo de la Judicatura, con todo respeto y sin una actitud de injerencia”.

Gómez Arrieta renunció a su actual cargo, luego de la difusión en redes sociales de un video donde se observa a uno de los detenidos por el caso Iguala, Guerrero —ocurrido en septiembre de 2014—sometido a un interrogatorio y en el que se le colocó una bolsa de plástico en la cabeza.

Cuando sucedieron los hechos de Ayotzinapa, se desempeñaba como jefe de la Policía Federal Ministerial de la entonces Procuraduría General de la República (PGR).