Opinión

AMLO y la Caballada 2024

AMLO y la Caballada 2024

AMLO y la Caballada 2024

La Crónica de Hoy / La Crónica de Hoy

Acostumbrado a romper moldes, el presidente López Obrador se distingue de sus antecesores porque en lugar contener, él mismo promueve al futurismo político. Muy raro. Van dos veces que incluso pone sobre la mesa, frente a la prensa, los nombres de la mujer o el hombre que pudiera abanderar a Morena en el 2024. Esto a pesar de que todavía no llegamos ni siquiera a la mitad de su sexenio. ¿Por qué lo hace? Igual y porque su corazón no es bodega y no se puede guardar nada porque revienta, o tal vez porque es un tema irresistible para el cotilleo.

Lo cierto es que desde que comenzó el sexenio López Obrador tiene un esquema y hace todo lo posible, incluso piruetas sin red protectora, para mantenerlo vigente. Su plan A es él mismo, ya sea reeligiéndose o nada más ampliando su periodo un par de años para afianzar a la 4T. Como Morena no ganó suficientes curules para la mayoría calificada esta parte del plan está de capa caída, pero no borrada.

Su plan B es Claudia Sheinbaum. Así era en un principio, en diciembre del 2018, y así sigue siendo. El plan C es Marcelo Ebrard, que cayó en una mala racha de la que no se ha podido levantar. El Marcelo echado para adelante de la mañanera en la que dijo “Misión Cumplida” por el tema de vacunas, al Marcelo de hoy día hay una diferencia notable. Parecen dos personas distintas.

Los otros nombres que menciona, a saber, Esteban Moctezuma, Juan Ramón de la Fuente, Tatiana Clouthier y hasta Rocío Nahle están ahí para no dejar solos a Marcelo y Claudia, pero no tienen vela en el entierro. Se cocina aparte Ricardo Monreal que tiene espolones para gallo. Su lado vulnerable es que la gente de Claudia y la que controla las entrañas de Morena no lo quieren. Lo ven como alguien ajeno a su movimiento, de manera que ponerlo como candidato sería una imposición que podría dividir al partido.

De los otros partidos políticos PRI y MC tienen en los gobernadores del Edomex, Alfredo del Mazo y de Jalisco, Enrique Alfaro, dos cuadros competitivos. Ambos gobiernan estados importantes que les permite estar todo el tiempo que quieran en los medios, tienen recursos. Del Mazo cuenta en el Edomex un grupo de pesos pesados que dominan el oficio y Alfaro tiene en MC una fuerza política en ascenso.

El PAN tiene gobernadores muy bien calificados, como Francisco Domínguez y Mauricio Vila que requerirían fuertes campañas de proselitismo para que sus prendas sean apreciadas fuera de Querétaro o Yucatán, lo que no será nada fácil. Javier Corral perdió su oportunidad de participar por apoyar a la oposición en la elección de Chihuahua.

Ante el poder de Morena, que desgastado y todo sigue siendo el partido mayoritario, la oposición si quiera tener una oportunidad real de ganar debe presentar un candidato único, en este rubro Alfaro y Del Mazo son los que tienen más posibilidades. Construir una candidatura de alcance nacional no es nada fácil porque los espacios de los medios están copados. De modo que hay que regresar a la posibilidad de que personas que ya cuentan hoy mismo con un alto grado de reconocimiento en el país sean las que compitan y eventualmente aparezcan en las boletas.