Opinión

Análisis de datos de los procesos migratorios internos del país

Hablamos de migración temporal cuando la persona que se desplaza permanece por un período de tiempo relativamente corto en el lugar de destino; y de permanente cuando el migrante se establece en forma definitiva en el lugar de destino. Pero, entremezclados con estos dos conceptos tenemos otros dos: los movimientos internos y los internacionales

Análisis de datos de los procesos migratorios internos del país

Análisis de datos de los procesos migratorios internos del país

La Crónica de Hoy / La Crónica de Hoy

Rodrigo Pimienta Lastra*

Las migraciones son tan antiguas como la propia humanidad, pero en México es el fenómeno demográfico más difícil de estudiar. Con estas palabras incursioné, hace ya un buen número de años en el estudio de la migración y en particular de la migración interna. En aquel entonces no se tenían datos que permitieran abordar este fenómeno de manera directa, paro a partir del año 2000 y hasta la fecha la situación cambió radicalmente.

La migración es uno de los tres componentes que estudian lo que se denomina el cambio poblacional. Éste se mide por la diferencia en el tamaño de la población en dos momentos específicos del tiempo y en un área geográfica determinada. Los componentes del cambio demográfico son tres: fecundidad (nacimientos), mortalidad (defunciones) y migración. En este contexto surgen dos conceptos: crecimiento natural y crecimiento social.

Cuando el cambio poblacional es producto de un exceso de nacimientos sobre el total de defunciones, se establece que hubo un crecimiento natural de la población. Pero si fue causado por movimientos migratorios, por ejemplo, si el número de inmigrantes fue mayor que el número de emigrantes en una zona específica, se establece que hubo un crecimiento social.

En este contexto la migración es un elemento muy importante dentro de la dinámica demográfica de una población, porque puede ser la causa más importante del aumento o disminución de los integrantes de una comunidad. Para precisar y formalizar esto, podemos decir que en términos demográficos la migración es todo movimiento espacial que implica un cambio de residencia, pero que éste puede ser de dos tipos temporal y permanente, siendo el más importante para su estudio el segundo.

Hablamos de migración temporal cuando la persona que se desplaza permanece por un período de tiempo relativamente corto en el lugar de destino; y de permanente cuando el migrante se establece en forma definitiva en el lugar de destino. Pero, entremezclados con estos dos conceptos tenemos otros dos: los movimientos internos y los internacionales. Los primeros ocurren cuando se cruzan límites municipales, estatales o regionales dentro de las fronteras de un país; y los segundos cuando se cruza fronteras internacionales.

Para el estudio de la migración internacional hay tres encuestas: Una realizada por el Centro Nacional de Información y Estadísticas del Trabajo (CENIET) en 1977 y otra en 1982 sobre Trabajadores Mexicanos no Documentados Devueltos de los Estados Unidos, de la primera existen algunas publicaciones y de la segunda, la cual trabaje, no se publicaron resultados, tal vez porque se realizó previo al cambio de gobierno de ese año. Otra es la Encuesta sobre Migración en la Frontera Norte de México (EMIF) que también trabajé y que considero como la más importante por su metodología, así como por los múltiples levantamientos que se hicieron partir de 1993; las instituciones participantes en la elaboración de esta encuesta fueron la Secretaría del Trabajo, el Consejo Nacional de Población y El Colegio de la Frontera Norte. Y la tercera, el módulo de migración internacional que se encuentra dentro de las muestras censales de los años 2000, 2010 y 2020 que realizó el INEGI.

El estudio de los desplazamientos migratorios internos permanente de los nativos de la República Mexicana cuando cruzan límites estatales lo hemos realizado: primero a través de los siete Censos Generales de Población y Vivienda llevados a cabo entre los años de 1930 y 1990 y posteriormente con los tres últimos realizados entre el 2000 y 2020 combinados estos últimos con las encuestas censales de los mismos años. Además, hemos utilizado la Encuesta Intercensal del 2015 y el primer levantamiento de la Encuesta Nacional de la Dinámica Demográfica de 1992, toda esta recolección de datos bajo la dirección del INEGI.

El trabajo realizado, dentro del marco de la investigación aplicada, ha sido a través de tablas, graficas, indicadores y modelos estadístico matemáticos. Uno de los cuadros que me ha proporcionado una base importante para diversos abordajes del fenómeno es la matriz interestatal de flujos migratorios, una matriz de 32 renglones y 32 columnas que muestra los desplazamientos de los estados de nacimiento a los de destino, a partir de la cual se pueden calcular saldos netos migratorios, entre otros estadísticos, esto es, la diferencia entre los que llegan a un estado y los que se van.

Otra representación es la gráfica y el mapa; por ejemplo, en la de barras se pueden mostrar los totales de inmigrantes o de emigrantes por estado; y en el segundo, de forma algo distinta a la anterior, se pueden presentar tanto los estados expulsores como los que atraen población clasificados de los más a los menos importantes.

Otros tipos de gráficos son las pirámides de edades y los denominados lineales en su representación del plano x-y, los cuales ya son propiamente ilustraciones de modelos migratorios en los que se muestran las tendencias del fenómeno en dos de sus variables principales edad y sexo. Aquí ya encontramos uno de los pocos modelos desarrollado en las denominadas economías del primer mundo y su ecuación en los que se muestra el perfil migratorio de esas poblaciones con muy poca coincidencia de un modelo desarrollado para el caso particular de México, el cual seguramente coincide con el comportamiento de las economías en desarrollo, lo cual es un tema todavía no investigado.

Al final es necesario cuestionar y mostrar algunos datos: ¿Es importante la migración interna? En el año 2000 el número de migrantes internos permanentes

del país era de 18,752,667 de personas, en el 2010 esta cifra aumento a 21,722,662 y en 2020 a 24,086,968; esto quiere decir que entre 2000 y 2010 el número de personas que cambiaron su lugar de residencia fue de 2,969,995 y entre 2010 y 2020 fue de 2,364,306, aunque es probable que estas cifras sean más altas, por la pregunta censal que en este caso se está utilizando para el análisis del fenómeno.

*Profesor-investigador del Departamento de Política y Cultura de la Unidad Xochimilco de la Universidad Autónoma Metropolitana