Opinión

Anomalía madrileña

Anomalía madrileña

Anomalía madrileña

La Crónica de Hoy / La Crónica de Hoy

Cuando el mundo parecía estar dejando atrás el populismo y el negacionismo pandémico de Donald Trump y observa expectante cómo el nuevo liderazgo -más humano- de Joe Biden pretende impulsar un mejor reparto de la riqueza, subiendo los impuestos a los más ricos, llega una candidata -desconocida fuera de las fronteras españolas- con un discurso populista -“¡Libertad o comunismo!”-, con la promesa de seguir rebajando los impuestos a los ricos y con las leyes más laxas de Europa en cuanto a confinamiento y apertura de negocios... y arrasó en las elecciones.

Es lo que ocurrió este martes en Madrid, la única capital europea que apenas cerró sus negocios por la pandemia y, por tanto, el destino de miles de joven de todo el mundo que llegan para disfrutar de esa “libertad” que vende su presidenta y triunfadora de las elecciones regionales de ayer: Isabel Diaz Ayuso.

El secreto del éxito de esta Marine Le Pen europea, como la llaman ya en el viejo continente, es haberse presentado como la defensora del pequeño negocios (bares, tiendas) frente a las órdenes de cierre del gobierno central (socialista), y al mismo tiempo como la defensora de los ricos mediante rebajas fiscales (dumping fiscal) que el resto de regiones no quieren por solidaridad o no pueden permitirse.

La consecuencia es que el PP superó en escaños a la izquierdas y logró frenar a Vox, aunque a costa de asumir gran parte de su discurso de extrema derecha y de odio xenófobo.

La gran incógnita es: ¿Podrá el PP aplicar esta misma política agresiva a toda España, enormemente más compleja y menos rica que Madrid?

Estaremos atentos.