Un grupo de legisladores demócratas se arrodillaron este lunes durante 8 minutos y 46 segundos, el tiempo que estuvo el afroamericano George Floyd con la rodilla de un policía blanco sobre su cuello, en un sobrio homenaje a todos los que han perdido la vida debido a la “brutalidad policial” en Estados Unidos.

La presidenta de la Cámara de Representantes, la demócrata Nancy Pelosi, lideró ese inédito gesto en el Capitolio, al que se unieron unos doce miembros de su partido. “Estamos aquí para respetar las acciones del pueblo estadunidense para denunciar ese dolor, que se manifiesta específicamente en la brutalidad policial. Estamos aquí para homenajear a George Floyd y a tantos otros que perdieron su vida o sufrieron abusos por la brutalidad policial”, dijo Pelosi. A continuación, el grupo puso una rodilla en el suelo, un gesto popularizado en 2016 por Colin Kaepernick, exjugador de la liga profesional de fútbol americano (NFL), para protestar contra la violencia policial contra las minorías mientras sonaba el himno estadunidense antes de iniciar un partido, un gesto que desató la furia del presidente Donald Trump y los republicanos.

El líder de la minoría progresista en el Senado, Chuck Schumer, que también se arrodilló, declaró que “todos los estadunidenses deberían intentar mantenerse en silencio durante 8 minutos y 46 segundos para reconocer el dolor de George Floyd y el dolor del racismo”.

Todos los legisladores llevaban pañuelos de kente, un tejido típico de Ghana y caracterizado por sus líneas multicolores de algodón o seda, que el Caucus Negro del Congreso ha usado a menudo para simbolizar su trabajo y las raíces africanas de su cultura.

Sin licencia para matar. Tras el gesto, los demócratas se dirigieron a una rueda de prensa para presentar un proyecto de ley destinado a acabar con la brutalidad policial.

“Esta es una propuesta de ley que transformará las cosas. Este es un día importante. El martirio de George Floyd ha generado un cambio en el mundo”, dijo Pelosi.

La llamada “ley de justicia en las tácticas policiales” prohibiría que los agentes agarren del cuello para dificultar la respiración a las personas que detengan, una maniobra que acabó con la vida de Floyd y que muchos departamentos policiales del país ya han vetado, pero aún sigue sin regular en gran parte de EU.

Además, la legislación prohibiría en algunos casos la práctica que permite a los jueces aprobar órdenes de allanamiento de vivienda sin tocar o llamar a la puerta, una táctica que usaron los agentes que mataron a tiros el pasado marzo a la afroamericana Breonna Taylor en Louisville (Kentucky).

El proyecto de ley también definiría como ilegales aquellas tácticas de agentes del orden que impliquen discriminación racial, y establecería una base de datos nacional para seguir la pista a cualquier conducta policial negligente.

La legislación está escrita teniendo en cuenta que “los abusos policiales impactan a muchas comunidades diferentes”, no solo a los afroamericanos sino “también a los latinos, los estadounidenses de origen asiático o los nativos estadunidenses”, explicó la presidenta del Caucus Negro, la congresista Karen Bass.

Sin embargo, el proyecto no hace frente a la petición por la que más ha clamado el movimiento “Black Lives Matter” (“Las vidas negras importan”) y muchos de los progresistas que se manifiestan estos días EU, la de “quitar fondos a la Policía”, reducir su presupuesto e invertirlo en las comunidades.

Pese a que el proyecto de ley descarta recortar el financiamiento policial, el presidente Donald Trump lanzó un fake news, denunciando que los demócratas “quieren quitar fondos y abandonar a nuestra Policía”.