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Atentados biológicos, nuevo objetivo del terrorismo mundial

Amenaza. Un reciente informe de Europol alertó que por primera vez en 2018, evitaron tres atentados con agentes tóxicos, y que los terroristas muestran en internet cada vez más interés en este tipo de ataques, todo ello, sin abandonar su sueño dorado: las armas nucleares

Amenaza. Un reciente informe de Europol alertó que por primera vez en 2018, evitaron tres atentados con agentes tóxicos, y que los terroristas muestran en internet cada vez más interés en este tipo de ataques, todo ello, sin abandonar su sueño dorado: las armas nucleares

Atentados biológicos, nuevo objetivo del terrorismo mundial

Atentados biológicos, nuevo objetivo del terrorismo mundial

La Crónica de Hoy / La Crónica de Hoy

Los medios de comunicación hablamos mucho de los atentados terroristas, especialmente cuando ocurren en países occidentales, o en nuestra casa, hablando metafóricamente. Pero hablamos muy poco, por lógica informativa, de todos los atentados que la policía logra impedir.

En junio de 2018, la policía alemana arrestó en Colonia a un joven tunecino que preparaba un atentado en su casa. Los agentes encontraron algo novedoso, y preocupante: una gran cantidad de semillas de ricino, y una porción nada despreciable de ricina ya fabricada. Según la policía, su intención era combinar la ricina, una proteína extremadamente tóxica que se obtiene de la semilla de la planta, con pólvora y metralla para perpetrar un ataque biológico.

Pero no fue el único caso de este estilo. Un mes antes, un ciudadano egipcio fue arrestado en Francia por estar preparando también un atentado. En su casa hallaron pólvora, extraída de material pirotécnico, y diversos tutoriales que explicaban no solo cómo fabricar explosivos sino también cómo fabricar y usar ricina para atentados.

También en la isla italiana de Cerdeña un libanés fue detenido por planear envenenar agua potable en la región usando una mezcla de venenos letales.

FACILIDADES EN INTERNET. Estos tres casos figuran relatados en el último informe anual de Europol, la agencia policial de la Unión Europea, sobre terrorismo en el viejo continente, que expone que estos casos son novedosos. Pero, además, revela que han detectado también un aumento significativo de la difusión de información —a veces incorrecta, matiza— sobre cómo manejar sustancias y preparar atentados químicos o biológicos a través de foros yihadistas de internet.

LARGO HISTORIAL. Y que la ricina aparezca en dos de los tres ataques frustrados no es casual. Durante décadas, ejércitos como el estadunidense estudiaron la opción de usar la sustancia como arma biológica en guerras como la de Vietnam. La descartaron por ser menos eficiente y más cara que usar otros compuestos químicos artificiales, pero la situación es muy diferente para un uso casero. Ante la dificultad de fabricar armas químicas de laboratorio, la ricina se presenta para los terroristas como una opción muy viable, por encontrarse de forma natural y por ser muy sencilla de obtener, y a la vez, igualmente letal.

Famoso es el asesinato en 1979 del periodista disidente búlgaro Georgi Markov, víctima del “paraguas búlgaro”, una pistola diminuta escondida en una sombrilla, con la que agentes secretos de la dictadura comunista búlgara le dispararon un perdigón impregnado con ricina.

Además, en 2003, una serie de cartas que contenían ricino desató el pánico en Estados Unidos, aunque no provocaron males mayores. Peor fue el caso, dos años antes, de la oleada de atentados contra legisladores progresistas y medios de comunicación con cartas que contenían otra toxina, el ántrax,  por la que terminaron cinco muertos y 17 heridos. El responsable fue detenido y se suicidó en 2008.

Además, este tipo de ataques parecen estar al alza no sólo para el terrorismo convencional, sino en el terrorismo de Estado. Cabe recordar que en marzo de 2018, agentes rusos trataron de asesinar al exespía ruso Serguéi Skripal y a su hija Yulia en Salisbury, Reino Unido, envenenándolos con Novichok, un agente nervioso desarrollado por la Unión Soviética. También en febrero de 2017, Kim Jong-Nam, el hermano mayor del dictador norcoreano, Kim Jong-Un, fue asesinado en el aeropuerto de Kuala Lumpur, Malasia, por dos mujeres que le taparon la boca con un pañuelo impregnado con el agente nervioso Vx.

EL SUEÑO NUCLEAR. Pese a que la proliferación de los atentados terroristas en los últimos años ha ido de la mano de la adopción de métodos sencillos para atentar, los grupos terroristas siguen soñando con el santo grial, los ataques nucleares o radiactivos.

En 1998, Osama Bin Laden, entonces líder de Al Qaeda, aseguró en un discurso que “es obligación de los musulmanes acumular la mayor fuerza posible para aterrorizar a los enemigos de Alá”. Y la carrera nuclear entre India y Pakistán entre los setenta y los noventa desató temor entre los países occidentales ante la posibilidad de que estos recursos pudieran caer eventualmente en manos de terroristas, sobre todo en Pakistán.

Sin embargo, se ha demostrado que, aun cuando un grupo terrorista pudiera adquirir material radioactivo, no es tan sencillo que logren utilizarlo. De hecho, así sucedió en Mosul. Cuando el Estado Islámico se apoderó de la segunda mayor ciudad de Irak en 2014, también se hicieron con dos máquinas radiológicas, que se usan para la quimioterapia, en un campus universitario de la ciudad. Las máquinas estaban cargadas de cobalto-60, uno de los compuestos más letales, lo que despertó gran preocupación entre las agencias de inteligencia occidentales. Sin embargo, cuando las fuerzas estatales iraquíes recuperaron la ciudad a finales de 2017, encontraron las máquinas intactas.

No está clara la razón de por qué cuando tuvieron la ocasión de armar una bomba llamada “sucia”, es decir, no necesariamente nuclear pero sí radioactiva, no la usaron. Sin embargo, expertos creen que la razón podría ser tan sencilla como que no encontraron la manera de desarmar las máquinas para extraer el cobalto-60 sin exponerse ellos mismos a dosis letales de radiación.

EL EFECTO TRUMP. Y pese a estas dificultades, sigue habiendo motivos para la preocupación. En estas últimas semanas, Irán ha anunciado que piensa empezar a enriquecer uranio más allá de los límites que marcaba el tratado nuclear firmado en 2015 con EU y países europeos, y del que Donald Trump sacó a su país hace dos años, para obtener la bomba nuclear.

No son desconocidos los lazos de Irán con grupos terroristas, por ejemplo, con Hezbollá, que actúa en el Líbano pero también tuvo un rol determinante en el atentado contra la mutua judía AMIA en Buenos Aires en 1994. Por ello, que Irán alcance la bomba nuclear representaría un peligro sustancial para Occidente.

Y para terminar de rematarlo, está la nueva carrera armamentística que el mundo amenaza con vivir después de que Trump también hiciera saltar por los aires el INF, el tratado que firmó Ronald Reagan con Mijaíl Gorbachev en 1987 y que prohibía los misiles de alcance corto e intermedio. Una nueva carrera armamentística global que llenará arsenales militares del mundo de misiles capaces de navegar miles de kilómetros por aire aumentaría el riesgo de que, igual que el Estado Islámico encontró cobalto-60 en Mosul, encontrara un misil capaz de alcanzar Estados Unidos.