En otro día accidentado, con intenso viento, lluvia y un complicado trayecto el suizo Gino Mader del equipo Bahrain Victorius, desfondado físicamente cruzó en primer lugar la meta de la sexta etapa del Giro de Italia, luego de una ruta de 160 kilómetros en un tiempo de 4:17.52 horas, en la que Pieter Serry fue atropellado por un vehículo de apoyo.

Un grupo de ocho fugados se desprendió en los Alpeninos por más de dos minutos y medio del resto del pelotón en el que venía el colombiano Egan Bernal, quien ya aparece como protagonista en el segundo lugar de la etapa y tercero de la clasificación general, cuyo nuevo líder es el húngaro Attia Valter del equipo Groupama-FDJ que discretamente se quedó con la maglia rosa.

El suizo se impuso a pesar del ataque encabezado por Bernal y el belga Remco Evenepoel que se quedaron con la segunda y tercera plaza de la sexta etapa, a 12 segundos del ganador que llegó vacío a la meta luego del tremendo esfuerzo en la montaña italiana.

Lo mojado del pavimento y el mal estado de la carretera en tramos de bajada de unos 40 kilómetros se tornaron muy peligrosos, con el viento helado sobre los ciclistas para alistar la recta final de 15 kilómetros de ascenso al 6% de inclinación a la cima de Ascoli Piceno.

Una imperdonable distracción de un vehículo de apoyo, al intercambiar algo con el carro del comisario, ocasionó que el ciclista Pieter Serry del equipo Deceuninck fuera arrollado, afortunadamente, el cuerpo del pedalista cayó sobre el cofre del auto antes del pavimento y se pudo levantar para seguir en la prueba, con los consecuentes fuertes reclamos al irresponsable conductor.

El equipo de Bernal, el Ineos, había endurecido la carrera, que además contó con la lluvia, a 70 kilómetros de la meta, lo que condenó al líder al principio de la jornada, el italiano Alessandro De Marchi.

El viernes la séptima etapa regresa al llano, entre Notaresco y Termoli, donde normalmente un sprint pondrá fin a 181 kilómetros.