Opinión

Aumenta la violencia intrafamiliar y los feminicidios

Aumenta la violencia intrafamiliar y los feminicidios

Aumenta la violencia intrafamiliar y los feminicidios

La Crónica de Hoy / La Crónica de Hoy

Tradicionalmente, las mujeres se dedicaban a la procreación y a la atención de la pareja y de los hijos, en ellas el trabajo remunerado era excepcional. La familia era un puerto seguro que daba cobijo a todos sus miembros. Era, además, transmisora de valores, formaba hábitos y conservaba las tradiciones. Cuando los niños asistían a la escuela llevaban un bagaje que la familia les había inculcado.

Con la Revolución Industrial las mujeres empezaron a trabajar fuera del hogar y ya en el siglo XX fueron llamadas a trabajar para suplir a los hombres que estaban en la guerra. En la era moderna se fue dando el trabajo de las mujeres, especialmente jóvenes y solteras, como dependientas o cajeras y en su mayoría dejaban el trabajo cuando contraían matrimonio.

Varias circunstancias económicas y sociales alteraron esta división tradicional de las tareas asignadas a mujeres y hombres. Las crisis económicas que dificultaban el que las familias subsistieran con el ingreso de una sola persona y al mismo tiempo la aparición del consumismo, que abría posibilidades ilimitadas de obtener bienes que antes sólo estaban al alcance de pocos, como los electrodomésticos que facilitan el trabajo y todo lo que hace más grata una casa; además, se abrieron múltiples posibilidades para viajar.

Con la oportunidades de educación y empleo, ahora las mujeres pueden ser también proveedoras; sin embargo, en muchas de las familias en las que el padre y la madre trabajan fuera del hogar, se han presentado disfunciones por la alteración del papel de las mujeres y porque el rol de los varones casi no ha cambiado.

Aun cuando la mujer desempeñe un trabajo remunerado fuera del hogar, la madre sigue siendo la responsable de todas las tareas de la casa y de la atención de los hijos; los padres, en general no han alterado su rol, siguen siendo sólo proveedores, y ahora parcialmente. Esta inequitativa situación es una de las causas de la violencia en las relaciones de la pareja, lo cual afecta seriamente a los hijos.

La violencia contra las mujeres es actualmente uno de los problemas más graves y sus efectos repercuten en toda la sociedad. Al analizar la situación familiar de los alumnos que ejercen violencia contra sus compañeros, o que consumen drogas o que no adelantan en sus estudios, se ha encontrado que casi todos han tenido experiencias de violencia en su familia.

La familia, como institución base de la sociedad, también está siendo afectada por esa alteración de los roles. La separación de los padres, con o sin divorcio, —y algo que también va en aumento: la decisión de las mujeres de ser madres solas—, da como resultado hijos sin padre, los cuales serán una nueva generación de niños que tuvieron sólo mamá y que viven desajustados en una mayoría que hoy todavía tiene papá y mamá.

Urge encontrar el equilibrio en las familias, los varones deben aceptar que su papel en ella es de igualdad esencial con la mujer y que las tareas del hogar deberán repartirse equitativamente entre todos sus miembros. Esto implica un cambio cultural para que los varones acepten realizar tareas en la casa, que se consideraban propias de las mujeres.

El nuevo gobierno puede impulsar las medidas que ayuden a lograrlo, se requieren políticas públicas como el establecer las escuelas de tiempo completo para que los horarios escolares coincidan con el horario del trabajo de los padres. También es necesario que las escuelas puedan tener la comunicación con los padres en horarios que no coincidan con el de su trabajo.

María Elena Álvarez BernalDoctora en Ciencias Políticasmelenavicencio@hotmail.com