Al menos veintitrés personas murieron este domingo, entre ellas varios menores de edad, y decenas resultaron heridas por los tornados que azotaron el estado de Alabama, en el sur de Estados Unidos, informó ayer el sheriff Jay Jones, del condado de Lee, que teme que la cifra siga aumentando, a medida que los equipos de rescate inspeccionan este lunes la zona en busca de supervivientes y damnificados. “Parece como si alguien hubiese tomado un cuchillo gigante y cortado el terreno de cuajo. No he visto este nivel de destrucción nunca en mi experiencia aquí en el condado de Lee”, explicó Jones.

La mayoría de las víctimas se produjo en las zonas rurales cerca de la ciudad de Opelika, que cuenta con 26 mil habitantes y está próxima al estado de Georgia.

De acuerdo con el Servicio Nacional Meteorológico, una decena de tornados tocó tierra en la tarde del domingo en los estados de Alabama y Georgia, con vientos de entre 215 y 265 kilómetros por hora.

La jornada del domingo ha sido la más mortífera por los tornados en Estados Unidos desde el 20 de mayo de 2013, cuando 24 personas perdieron la vida por el Moore, que devastó el estado de Oklahoma.