Hace unos días, justo en la declaratoria del inicio de temporada de lluvias, la Comisión Nacional del Agua, la Comisión de Aguas de la Ciudad de México y el organismo similar del Estado de México, alertaron sobre un aumento considerable de lluvias de más del 30% de precipitación pluvial durante el 2019.

Ante ello, autoridades explicaron que, si en 2018 se registraron “105 eventos de lluvia”, para este año se espera que llueva más de 132 veces, lo que sin duda alguna prende focos rojos en los tres órdenes de gobierno, principalmente porque se debe reconocer que en todo el Valle de México se carece de una cultura en materia de basura y desechos.

En la ciudad urge un programa local de concientización, coordinado con cada una de las alcaldías para orientar a los vecinos en el manejo de su basura y, sobre todo, la recolección de la misma, toda vez que éste, como muchos otros, es un asunto que involucra a todos y más, si tomamos en cuenta que la capital será una de las entidades en las que se esperan lluvias por encima del promedio nacional.

Estudios del sistema de aguas local apuntan a que el 50% de los encharcamientos e inundaciones que se registran en la CDMX en esta temporada, es a consecuencia de la basura y eso puede comprobarse a la hora del desazolve de las coladeras.

Otro asunto que agrava el problema es que la Conagua sigue sin inaugurar el Túnel Emisor Oriente (TEO), por cierto, una obra que lleva un retraso de más de cuatro años.

Tras más de 10 años en obra, los costos se han multiplicado, toda vez que el contrato de este drenaje ha elevado su presupuesto en 261 por ciento entre 2008 y 2015.

Esta obra, de vital importancia, será la cuarta salida del drenaje profundo del Valle de México, pues se espera que desaloje un promedio de 150 mil litros por segundo, tanto de caudales de lluvia, como de aguas negras una vez concluidas las obras, por lo que urge sea entregado en los próximos días.

De acuerdo con especialistas, el TEO tiene un avance de poco más del 95 por ciento y comenzó con una inversión de 10 mil millones de pesos y terminará con 35 mil millones de pesos, recursos que siguen en revisión y se espera que este gobierno los transparente.

Mientras eso sucede, es necesario señalar la importancia del TEO, toda vez que su beneficio será para toda la zona oriente de la capital, una de las más afectadas históricamente con inundaciones y encharcamientos severos que han ocasionado desde accidentes, hasta pérdidas al patrimonio de la gente.

Por lo anterior, no estaría mal que desde el gobierno local se haga una campaña mediática en la que se incluya un llamado a los capitalinos para evitar tirar basura en la vía pública y robustecer la coordinación con las 16 alcaldías para los trabajos de desazolve en vías secundarias y primarias y así, entre todos, disminuir los puntos que marca el Atlas de Riesgos de Inundación de la Ciudad de México.

Twitter: @julioc_moreno