Opinión

B737: ¿Un problema de comunicación?

B737: ¿Un problema de comunicación?

B737: ¿Un problema de comunicación?

La Crónica de Hoy / La Crónica de Hoy

La puesta en tierra de 371 aeronaves Boeing 737-800 MAX, desarrollado por la armadora estadunidense Boeing, es probablemente el momento más difícil que ha pasado la ya centenaria empresa de aeronáutica, cuyo valor de capitalización es de 110 mil millones de dólares pero que, después de los accidentes de Lion Air en octubre pasado y de Ethiopian Airlines el 9 de marzo anterior, ve amenazado uno de sus programas estrella y golpea la rentabilidad que había alcanzado niveles récord justo en diciembre pasado.

Desde luego que es demasiado pronto para aventurar hipótesis sobre la causa probable y factores que influyeron en ambos siniestros. Para saberlo habremos de atenernos a los procedimientos del Anexo 13 de la Organización de Aviación Civil Internacional (OACI), que insisten en no especular con la información, por más que en estos tiempos de la comunicación instantánea y las redes sociales tal sea una proeza.

Y precisamente por ello es que ahora se han difundido las opiniones expertas de pilotos, ingenieros y otros especialistas en operaciones aéreas y en concreto del Boeing 737, y explican que el problema puede derivarse del diseño de este nuevo modelo del exitoso avión que nació hace 50 años, tratando de explicar las posibles razones del fallo en ambos vuelos, pero sin duda habría que esperar a que las hipótesis sean ratificadas.

Estos expertos comentan que al diseñar el nuevo avión, se decidió incorporar motores más grandes y ello obligó a mover el fuselaje y las alas, lo que desplazaría su punto de equilibrio. Tal condición provoca que cuando los motores aceleran, la nariz del avión suba súbitamente al grado de  amenazar la sustentación de la aeronave al quedar demasiado vertical.

Para compensarlo, se diseñó un software de piloto automático que corrige la actitud del avión y empuja la nariz hacia abajo. Sin embargo, el tripulante debe a su vez jalar el timón para compensar y estabilizar el avión en caso necesario, pero aparentemente esta función ha tenido fallos que descontrolan la operación y lo llevan al desplome.

La mala noticia es que dicha innovación no se incluyó en los programas de capacitación y apenas se hace notar en el manual. El sistema, llamado MCAS (Sistema de Mejora de características de maniobra de vuelo) fue incluido sin apenas anunciarlo a quienes lo deben conocer mejor que nadie.

Se espera que el proceso de identificación y corrección del fallo tome al menos 4 meses y eso hará que los aviones ya entregados permanezcan en tierra, con la consecuente afectación económica y logística para los operadores.

Además, el programa de entrega de otros 400 ejemplares más, previstos para este año, se retrasará y se presume que también lo hará el nuevo B777X, que también incorpora motores más grandes, aunque aún no se sabe si los mismos efectos en la estructura.

Este tema dará mucho de qué hablar. Hoy mismo se cuestiona a la Agencia Federal de Aviación (FAA) de los Estados Unidos por la certificación otorgada, aunque sin duda será parte de la corrección general del problema.

Lo oí en 123.45: Además, se debe investigar y hacer justicia en el caso de Mexicana de Aviación: anular las irregularidades, castigar a los responsables, resarcirle a los trabajadores su patrimonio y dejar de culparlos por el quebranto n 

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