Al menos 23 personas murieron y 127 más quedaron heridas el viernes tras desatarse un tiroteo en una plaza de Bagdad, Iraq, durante una manifestación antigubernamental.

Pese a que en las protestas, que ya han provocado la caída del primer ministro Adil Abdel Mahdi, han muerto al menos 460 manifestantes en dos meses, víctimas de la represión policial, éste ha sido el episodio más sangriento de la revuelta.

Fuentes locales indicaron que el ataque se produjo desde varios vehículos todoterreno a bordo de los cuales varios hombres armados dispararon indiscriminadamente contra los manifestantes.