La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) recortó la expectativa de crecimiento de este año para México. La nueva cifra es un raquítico 0.5 por ciento, es decir, una reducción de 1.01 puntos respecto a lo que a inicios de año se esperaba que fuera el desempeño de la economía mexicana.

Este estancamiento en el crecimiento del PIB, de acuerdo con los reportes de la OCDE, se explicaría principalmente por un entorno internacional  francamente adverso, con confrontaciones entre las principales economías del planeta y desaceleración en las actividades de economías clave como la de Alemania. México, completando este cuadro, no tendría condiciones para contrarrestar esta situación; resalta, por ejemplo, las condiciones de baja productividad. El resto de las economías emergentes estarían en una situación similar.

El año 2020, según la propia OCDE, pinta para un crecimiento  moderado.

En su reporte Perspectivas económicas intermedias, el organismo internacional revisó igualmente a la baja el pronóstico de crecimiento para la economía mexicana en a 1.5 por ciento desde 2.0 por ciento.

“A medida que estos factores se desvanecen, las tasas de interés más bajas, las remesas fuertes y el aumento del salario mínimo deberían ayudar a fortalecer el crecimiento del PIB a 1.5 por ciento en 2020”, anticipa. Aún así, el crecimiento del siguiente año resultaría mediocre.

El mismo documento, dado a conocer ayer, expone que el crecimiento del Producto Interno Bruto se ha desacelerado bruscamente en México, en parte debido a factores temporales como huelgas y mayor incertidumbre política. “A medida que estos factores se desvanecen, las tasas de interés más bajas, las remesas fuertes y el aumento del salario mínimo deberían ayudar a fortalecer el crecimiento del PIB”.