Nacional

Beber 3 mil vasos de refresco al año, un texto del senador Alejandro Armenta Mier

Colaboración especial del senador Alejandro Armenta Mier.

Colaboración especial del senador Alejandro Armenta Mier.

Beber 3 mil vasos de refresco al año, un texto del senador Alejandro Armenta Mier

Beber 3 mil vasos de refresco al año, un texto del senador Alejandro Armenta Mier

La Crónica de Hoy / La Crónica de Hoy
Alejandro Armenta Mier

De diferentes maneras se ha registrado en estos días un llamado de atención al consumo de comida nociva, conocida como comida chatarra, problema social que ha minado la salud de nuestra población. El Congreso de Oaxaca aprobó una reforma de ley con el fin de “prohibir, vender, regalar, distribuir o promocionar productos no saludables a menores de edad”.

La respuesta a favor se ha replicado en diversos gobiernos estatales para regular el alto consumo de este tipo de productos y tomar acciones que frenen y puedan revertir la situación, a la vez hay voces que sin tener información suficiente han descalificado esta reforma y sus alcances.

Por años se desplazó la atención a la salud generando una atrofia en los hábitos alimenticios de nuestra gente. En otras naciones se consumen per cápita cien vasos de refresco el año, pero en México es seis veces mayor la ingesta, es decir 600 vasos.

En Puebla, donde tengo representación como Senador, la cifra de consumo es de 720 vasos, en zonas indígenas, por ejemplo, de la misma entidad o de Chiapas, se pueden consumir hasta 3 mil vasos o más al año.

El presidente Andrés Manuel López Obrador acierta cuando señala la ausencia de gobierno que permitió el abandono de la salud de los ciudadanos, y aunque en el papel podía haber lineamientos que atender, todo era una simulación y se dejó el campo abierto para las empresas que ponen en el mercado esos productos dañinos.

Por ello ahora he presentado una iniciativa para aumentar el Impuesto Especial sobre Producción y Servicios (IEPS), en productos con exceso de azúcar, sodio y grasas saturadas. Se trata de modificar la cuota ya prevista en ley para bebidas saborizadas de .2616 pesos por litro a $3.26.

En el caso de alimentos no básicos con una densidad calórica de 275 kilocalorías o mayor por cada 100 gramos, la cuota se mueva de 8 a 20%.

Los productores deben modificar sus fórmulas que han generado un consumo adictivo. De acuerdo con el Instituto de Investigaciones de Florida, ingerir de manera cotidiana comida rica en calorías y grasas genera una adicción similar a la que causan la cocaína y la heroína.

Durante la ingesta el cerebro libera una sustancia llamada dopamina que genera en el organismo una sensación de bienestar, placer y saciedad.

De esta manera nuestros niños quedan atrapados en una red de consumo que va acompañada de mercadotecnia, mientras los adultos quedan también ligados a esos hábitos que, sumados a otros factores, los convierte en candidatos seguros de enfermedades cuyo desenlace puede ser la muerte.

La tarea que tenemos enfrente es grande y compleja pues, aunque se enderece la situación los efectos positivos se verán en las siguientes generaciones. No obstante, como bien dice el coordinador de los Senadores de Morena, Ricardo Monreal, no somos iguales y debemos mostrar en los hechos nuestra convicción de apoyar a la gente.

La ley que dio paso al etiquetado de los productos es una clara prueba del camino que construimos para hacer compras informadas. Corresponde al sector salud, a los ciudadanos y a los productores actuar en consecuencia.

La fórmula empleada por los gobiernos anteriores de regirse bajo las reglas del mercado pasó factura al ciudadano, no solo lo dejó en el anonimato al casi a convertirlos en un número, sino que millones de personas tienen un deterioro en su calidad de vida por diabetes, hipertensión, obesidad (México tiene el primer lugar en niños y segundo en adultos), cáncer, envejecimiento, caries y muchas más. Se requieren medidas urgentes y drásticas.

Senador de la República
Twitter: @armentaconmigo