El veterano senador independiente por el estado de Vermont, Bernie Sanders anunció ayer que aspirará de nuevo a la candidatura presidencial demócrata, con el fin último de destronar a Donald Trump, “el presidente más peligroso de la era modera en Estados Unidos”, aseguró.

Bernie, de 77 años y rostro visible del nuevo progresismo estadunidense, a punto estuvo de ganar la candidatura presidencial en 2016 a la favorita del establishment demócrata, Hillary Clinton.

“Nos dijeron radicales". “Hace tres años, durante nuestra campaña de 2016, cuando presentamos nuestra agenda progresista, nos dijeron que nuestras ideas eran radicales y extremas", explicó en un correo electrónico enviado a sus seguidores. “Bueno, estos tres años han pasado y ya se han ido. Y, como resultado, hay millones de estadunidenses que se levantan y contraatacan", agregó en alusión a la necesidad de aplicar nuevas políticas de salud, económicas y educativas, así como la lucha contra el cambio climático y el aumento de los impuestos a los ricos. “Todas estas ideas políticas cuentan ahora con el respaldo de la mayoría de los estadunidenses", aseguró Sanders.

“Lanzaremos lo que creo que no tiene procedentes en la historia moderna de Estados Unidos y ése es un movimiento de base (...) que sentará los cimientos para la transformación de la vida económica y política de este país”, agregó Sanders luego en declaraciones al programa CBS This Morning.

Segundo favorito. A falta de la actualización de encuestas, ya con Sanders como aspirante oficial, el veterano senador parte como segundo favorito para lograr la candidatura demócrata presidencial, sólo por detrás de otro veterano político que aún no se ha decidido, el exvicepresidente Joe Biden.

Por detrás de Sanders en la carrera hacia la candidatura demócrata están cinco mujeres: Kamala Harris, Tulsi Gabar, Amy Klobuchar, Elizabeth Warren y Kirsten Gillibrand; y dos hombres: Cory Booker y Julián Castro.

“Absolutamente imperativo”. Sanders, reconocido por sus duras críticas al actual inquilino de la Casa Blanca, consideró “absolutamente imperativo que Donald Trump sea derrotado”, y le tachó de “inaceptable y antiestadunidense”.

“Tenemos un presidente que es un mentiroso patológico”, añadió durante la entrevista con la cadena de televisión, al tiempo que admitió que no le da placer decirlo, pero que “es verdad”.

Socialista como insulto. El anuncio de Sanders causó una inmediata reacción en el equipo de campaña para la reelección de Trump.

La recién nombrada portavoz de la campaña de Trump, Kayleigh McEnany, dijo que Sanders “ya ha ganado el debate” en la competencia demócrata porque “todos los candidatos están adoptando su marca de socialismo”.

“Pero los estadunidenses rechazarán esa agenda de tasas impositivas elevadísimas, sanidad dirigida por el gobierno y de consentir a dictadores como los de Venezuela”, añadió.