La carrera demócrata para tratar de derrotar a Donald Trump en las elecciones presidenciales de 2020 tiene un nuevo nombre: Beto O’Rourke, el político de 46 años que sabe hablar español y estuvo muy cerca de lograr lo impensable: Derrotar a un republicano, Ted Cruz, para un escaño en el Senado por Texas en las legislativas de noviembre pasado.

O’Rourke, exconcejal de El Paso y congresista demócrata durante tres legislaturas, no logró el escaño en la Cámara alta, pero causó sensación con su discurso progresista y su habilidad para moverse en las redes sociales.

Tan exitosa fue su campaña en comparación con las expectativas que había, que ahora ha decidido presentarse a las primeras demócratas, para las cuales, con el suyo, hay ahora una lista de 15 nombres.

O’Rourke, que desplegó un discurso claramente socialdemócrata en un bastión conservador como Texas y fue bajista de una efímera banda de punk a inicios de los noventa, llegó a ganarse la comparación con Bobby Kennedy por su magnetismo político.

Lo anunció la noche del miércoles la emisora, KTSM, una afiliada local de NBC, que dijo que O’Rourke les confirmó su candidatura a través de un SMS. Y en la mañana llegó el anuncio oficial, a través de un video grabado en el sofá de su casa: “Los desafíos que encaramos son los mayores desde que tenemos memoria. Nadie puede enfrentarlos por sí solo. Sólo este país puede hacerlo y sólo si construimos un movimiento que nos incluya a todos”, afirmó O’Rourke.

Y el ahora precandidato empezó a hacer campaña desde ayer, cuando se le vio en una cafetería de Iowa, un estado donde, tradicionalmente, demócratas y republicanos celebran sus primeras elecciones primarias.