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Bolsas tiemblan ante el temor a una recesión global

Nerviosismo. Jornada negra en Wall Street, que cae un tres por ciento, tras entrar la economía alemana en negativo. La guerra comercial entre Estados Unidos y China, la crisis en Argentina y el brexit están gestando la tormenta perfecta para un otoño caliente

Nerviosismo. Jornada negra en Wall Street, que cae un tres por ciento, tras entrar la economía alemana en negativo. La guerra comercial entre Estados Unidos y China, la crisis en Argentina y el brexit están gestando la tormenta perfecta para un otoño caliente

Bolsas tiemblan ante el temor a una recesión global

Bolsas tiemblan ante el temor a una recesión global

La Crónica de Hoy / La Crónica de Hoy

Miércoles negro en Wall Street. El Dow Jones, el principal índice de la Bolsa de Nueva York, cayó ayer un 3 por ciento, tras conocerse que Alemania, la cuarta economía del mundo, está al borde de la recesión, luego de retroceder el PIB un 0.1 por ciento en el segundo semestre, lo que no ocurría desde la crisis financiera mundial de 2008.

Alemania, tercer país exportador mundial, está sufriendo las consecuencias de la guerra comercial que declaró el presidente Donald Trump a China, para evitar que el gigante asiático despoje a Estados Unidos de la supremacía global. Los nubarrones que se asoman sobre Berlín vienen precisamente de la debilidad que empieza a mostrar China, cuyo PIB pasó de dos dígitos durante las dos últimas décadas a un 6.5 por ciento en el primer semestre de 2019, en gran medida causados por el bombardeo de aranceles de EU contra las importaciones chinas.

Y si China estornuda, Alemania se resfría, ya que gran parte de los bienes de equipo que fabrica el país europeo son comprados por los chinos. Pero el frenazo alemán no hay que achacarlo sólo a la pelea de Washington con Pekín, sino a otra crisis mucho más cercana a Berlín, la que se disputa en Londres.

Brexit tóxico. Gran Bretaña sufre desde hace tres años el efecto perverso de la victoria en referéndum del brexit, como se conoce a la salida del país de la Unión Europea, prevista para el 31 de octubre, como quiere el primer ministro, Boris Johnson, por las buenas o por las malas.

Las malas noticias para el premier conservador (un declarado admirador de Trump) es que tan solo la amenaza de un divorcio traumático con sus socios europeos ha causado que el PIB británico en el segundo semestre sea negativo (-0.2%), mientras que, si se consuma el brexit duro este otoño, la séptima economía del mundo caerá este mismo año en recesión. Peor aún, Escocia exigiría un segundo referéndum de independencia… y esta vez nadie duda de que ganaría el sí.

La amenaza neofascista. En el extremo sur del viejo continente también se están formando nubarrones de forma acelerada.

Italia presenta un curioso (e inquietante) fenómeno de bipolaridad. Mientras su economía se encuentra en estado comatoso, con crecimiento nulo y paralizada por la enorme deuda pública, su clase política sufre de hiperactividad por culpa del ultraderechista ­Matteo Salvini, que ya no se conforma con ser el temido ministro del Interior (secretario de Gobernación), y acaba de apuñalar a su socio del populista Movimiento 5 Estrellas, para que caiga el gobierno de coalición y tome todo el poder en unas nuevas elecciones, en alianza con un viejo zorro de la política, Silvio Berlusconi, y una formación neofascista. De lograrlo, la crisis griega habría sido cosa de niños, en comparación con el terremoto que supondría un triunfo de la extrema derecha antieuropea en la cuarta economía de la UE y para la propia existencia del euro.

Alarma en Brasil y México. Casi coincidiendo en el tiempo, las dos mayores economías latinoamericanas se adentraron al terreno de los desconocido con dos líderes ideológicamente radicales. En diciembre juró el cargo como presidente de México Andrés Manuel López Obrador y en enero lo hizo el brasileño Jair Bolsonaro, ultraderechista y nostálgico de la dictadura.

Medio año después, Brasil habría entrado ya en recesión, si se confirma la previsión de -0.6% para el segundo trimestre, que se sumaría al -0.1% del primer trimestre. Por su parte, el PIB de México fue negativo en el primer trimestre (-0.1%) y se libró de la recesión en el segundo, con un crecimiento marginal de 0.1%, lo que llevó al líder de Morena y promotor de la austeridad republicana a felicitarse con “tan buena noticia”.

Y para rematar la tormenta perfecta falta Argentina. La tercera economía de Latinoamérica invoca de nuevo el fantasma del default, con un presidente derechista, Mauricio Macri, que ha fracasado con su política neoliberal, y que aspira a ser reelegido presidente en las elecciones del 27 de octubre, y con su rival Cristina Fernández de Kirchner, que aspira también a recuperar el poder, pese a que también llevó al país al borde del abismo cuando era presidenta.

La tormenta perfecta se cierne, pues, sobre la economía global, y augura un otoño muy caliente.

fransink@outlook.com