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Bombardeos al sur de Trípoli dejan dos heridos

Los ataques obligaron a cerrar la base aérea de Maitiga, único aeropuerto en funcionamiento en la capital de Libia.

Los ataques obligaron a cerrar la base aérea de Maitiga, único aeropuerto en funcionamiento en la capital de Libia.

Bombardeos al sur de Trípoli dejan dos heridos

Bombardeos al sur de Trípoli dejan dos heridos

La Crónica de Hoy / La Crónica de Hoy

Al menos dos civiles resultaron heridos leves en un contraataque aéreo de las fuerzas bajo el liderazgo del mariscal Jalifa Hafter, hombre fuerte de Libia, en el eje sur de la capital, informaron a EFE fuentes de Seguridad.

Según las mismas, aviones de combate al mando del mariscal atacaron al caer la noche varias posiciones en las localidades de Ain Zara, Tajoura, y la región séptima, escenario de intensos combates artilleros durante el día.

Los ataques obligaron a cerrar la base aérea de Maitiga, único aeropuerto en funcionamiento en la capital, y a desviar los vuelos a la vecina ciudad estado de Misrata, principal puerto comercial de Libia aliada del gobierno impuesto por la ONU en Trípoli (GNA).

Los bombardeos aéreos se produjeron escasas horas después de que milicias afines al GNA lograran hacer retroceder a las tropas bajo el mando del mariscal Hafter y recuperar varias posiciones en el eje sur de la capital.

Fuentes de Seguridad informaron a Efe de que las milicias tripolitanas lograron abrir brecha en las localidades de Ain Zara, Qasir ben Ghashir y Wadi Rabie, esenciales para el control del citado eje meridional de Trípoli.

"Las milicias de Hafter huyeron dejando diverso material en las posiciones. Ha sido un avance importante tras una intensa batalla", afirmó.

Por su parte, un responsable de Inteligencia militar árabe dijo a Efe que la evolución en el campo de batalla permite pensar que el frente "se va a congelar en los próximos días", ya que las milicias están cansadas y carecen de la superioridad necesaria para batir a su contrincante.

"Lo más probable es que haya un alto el fuego en los próximos días", vaticinó.

La batalla por el control de Trípoli estalló el pasado 4 de abril, fecha en la que el mariscal Hafter, hombre fuerte del este del país, ordenó la conquista de Trípoli con el secretario general de la ONU, Antonio Guterres, en la ciudad, en un claro mensaje a la comunidad internacional.

Desde entonces, los combates -que han causado más de 230 muertos, más de medio millar de heridos y desplazado a más de 10.000 personas- se libran a diario en torno al antiguo aeropuerto internacional de Trípoli, un enclave de alto valor estratégico para la conquista de la ciudad.

El aeródromo, en desuso desde hace años, está desde el fin de semana en poder de las fuerzas orientales, que tratan de avanzar por el eje meridional desde la localidad de Tarhouna, a unos 60 kilómetros al sur de la ciudad.

En los enfrentamientos, que han afectado al precario suministro eléctrico en la ciudad, también participan milicias procedentes de la vecina ciudad estado de Misrata, principal puerto comercial de Libia, enviadas en auxilio del gobierno impuesto por la ONU en 2016 tras su fallido plan de paz.

La batalla por el control de Trípoli, que de resultar victoriosa para el mariscal Hafter le concedería prácticamente el control del país, ha puesto de relieve la compleja red de injerencias extranjeras que padece libia desde la revolución que en 2011 acabó con la dictadura de Muamar al Gadafi.

En particular entre Francia, afín al mariscal Hafter, e Italia, principal apoyo político del gobierno impuesto por la ONU y uno de los socios militares de la ciudad estado de Misrata, donde tiene desplegadas tropas.

El viernes, el jefe del Gobierno impuesto por la ONU en Trípoli, Fayez al Serraj, se quejó de la posición de países como Estados Unidos o Rusia, que han evitado condenar a Hafter, o como Arabia Saudí, Emiratos Árabes Unidos y Egipto, que apoyan decididamente al mariscal.

havh