El primer ministro británico y líder conservador, Boris Johnson, arrasó ayer en las elecciones británicas, con lo que se despeja el camino no sólo para formar un gobierno conservador sin necesidad de buscar aliados, sino, principalmente, para sacar finalmente al Reino Unido de la Unión Europea (UE) en la fecha por él acordada con Bruselas: el 31 de enero.

El sondeo a pie de urna para la BBC arroja el mejor resultado posible para el actual primer ministro en funciones: el Partido Conservador habría logrado 368 escaños, 50 más de los que tenía, y supera con creces la barrera de la mayoría absoluta que se logra con 326 escaños, la mitad más uno del número de asientos que componen la Cámara de los Comunes del Parlamento de Westminster.

Nada más conocer las proyecciones, un eufórico Johnson no dudó en califica a su país como “la mayor democracia del mundo”.

El peor resultado desde 1935. En el extremo opuesto, el laborista Jeremy Corbyn y su apuesta de celebrar un segundo referéndum del brexit, sufrió una dolorosa derrota con la pérdida de 20 escaños, hasta caer por debajo de la barrera psicológica de los 200. De confirmar el escrutinio oficial el sondeo de la BBC, el partido izquierdista se quedaría con 191 escaños.

De confirmarse la proyección, el resultado para los laboristas sería el peor en unas elecciones generales desde 1935, hace 84 años.

A falta de una reacción del ­Corbyn, su portavoz John McDonnell, admitió a la televisión pública británica que se trata de un resultado “extremadamente decepcionante” y agregó que la formación tomará “las decisiones apropiadas” sobre el futuro liderazgo de Corbyn.

Tampoco le fue bien al único partido nacional que pedía abiertamente la permanencia del Reino Unido en Europa. Los Liberal Demócratas (LibDem) apenas lograron un escaño y estarían representados en el Parlamento por 13 comunes.

Aviso escocés. El Partido Nacionalista Escocés (SNP) de Nicola Sturgeon se perfila como el gran ganador en Escocia al ganar 20 escaños más y obtener 55 de los 59 escaños que les corresponde por población en el Parlamento de Londres.

Aunque no quiso hablar ayer de un segundo referéndum de independencia, como prometió en campaña si su partido ganaba con contundencia, se da por hecho que lo pedirá Sturgeon, tras indicar que el futuro panorama para todo el Reino Unido “es sombrío”.