La Operación Lava Jato, en la que se investiga el mayor escándalo de corrupción de la historia de Brasil, relacionado con la petrolera estatal, Petrobras, golpeó ayer la política paraguaya con un pedido de prisión contra el expresidente Horacio Cartes, acusado de lavado de dinero.

Brasil afirmó ayer que ya solicitó una ficha roja de Interpol contra Cartes, aunque la delegación paraguaya de la institución asegura no haber recibido aún ninguna orden de arresto.

“La participación del expresidente de Paraguay está bastante clara, como mínimo como alguien que financió una organización delictiva en un determinado momento”, señaló el fiscal José Augusto Vagos en una rueda de prensa, en Río de Janeiro.

Cartes habría ayudado al “mayor cambista de Brasil”, Darío Messer, a huir de la justicia brasileña y ocultar su vasto patrimonio.