Opinión

Bucareli, embajada de Tabasco

Bucareli, embajada de Tabasco

Bucareli, embajada de Tabasco

La Crónica de Hoy / La Crónica de Hoy

La inconformidad de Olga Sánchez era un secreto a voces. La ministra en retiro no aguantó más el desdén presidencial y emprendió el regreso al Senado de la República de donde nunca debió salir.

En Bucareli se decía que los subsecretarios le corrían las cortesías a Olga, pero tenían acuerdos directamente en Palacio Nacional. Lo que está claro, más allá de las lisonjas de despedida, es que ni Olga ni el presidente estaban a gusto con la situación.

El falso que la senadora regrese a desafiar el poder de Ricardo Monreal al interior de la bancada de Morena en la Cámara Alta. De hecho, hay señales de que podría sumarse a la causa del zacatecano de cara al 2024, pero esa es otra historia. La salida de Olga, en síntesis, no sorprendió a nadie. Lo que sí inquietó a muchos fue el nombramiento de Adán Augusto López a quien el presidente no solo le dio la bienvenida al Palacio Cobián sino también a la carrera presidencial.

El mensaje inicial es que el presidente no quiere correr ningún tipo de riesgo, se blinda a sí mismo. Pone en esa posición a alguien con una lealtad probada, un paisano, un amigo de su juventud, que le ayudó en los tiempos de vacas flacas. Ya hay en el gabinete lo que puede llamarse el Grupo Tabasco, ya están el director general de Pemex y el secretario del Bienestar, conformado por gente que acompañó a López Obrador en su ascenso a la cumbre del poder y, ojo, de personas que seguirán siendo sus amigos personales después del 2024 y que de seguro lo irán a visitar a cada rato a su finca de Palenque para hablar mal de los chilangos.

El nombramiento impacta en el esquema de la sucesión donde los dos aspirantes que se movían solos, Claudia y Marcelo, están ahora más lejos del fogón. No es que se hayan caído, pero sienten una frialdad que no habían experimentado antes. Todo depende ahora de las circunstancias imperantes en el segundo semestre del 2023. Si el presidente se siente amenazado o no está tan seguro de la lealtad de Sheinbaum o Ebrard, podría optar por hacer candidato a alguien, como Adán Augusto, que sabe que no tomará un camino distinto, sino que lo seguirá escuchando. Las habilidades políticas de Adán son desconocidas en el Altiplano, poco a poco se verá si tiene espolones para gallo. Por lo pronto llega con toda la fuerza que le da la confianza del presidente y una capacidad de interlocución que nunca tuvo Olga Sánchez.

Dicen en los pasillos que el nuevo secretario recibió el atento mensaje de no tocar a Alejandro Encinas, de modo que si quiere quedarse en su actual cargo Encinas se quede, pero tiene libertad de hacer otros nombramientos, se espera que lleguen a Bucareli otros tabasqueños probados, de esos que andan al lado de López Obrador desde la lejana juventud. El Grupo Tabasco está, como quedó apuntado, en formación y será protagonista en la segunda mitad del sexenio de López Obrador.

Hay ahora tres bloques, el de los morenistas que se mueven alrededor de Claudia Sheinbaum, los políticos afines al eje Ebrard-Monreal-Sánchez y ahora los tabasqueños que buscan emular las glorias que alguna vez tuvieron los sonorenses, los veracruzanos, y más recientemente, los mexiquenses. Ya se verá si lo consiguen.