El magnate de las inversiones Warren Buffett definió ayer como “malo para el mundo entero” la amenaza del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, de imponer nuevos aranceles a los productos chinos a partir de este viernes, avivando así la guerra comercial entre ambas potencias en plena etapa final de las conversaciones comerciales.

“Si de verdad tenemos una guerra comercial, sería malo para todo el mundo, y podría ser muy malo, dependiendo de hasta dónde se lleve”, afirmó el conocido como “Oráculo de Omaha” por su buen olfato inversor.

En el mismo tono, Charlie Munger, vicepresidente ejecutivo de Berkshire Hathaway, el conglomerado de empresas de Buffet, dijo que “Trump no está totalmente loco” por querer mayores aranceles a las importaciones chinas, sin embargo, aclaró que apostar una guerra comercial es “enormemente estúpido”.

Sobre el nerviosismo de los mercados, Buffet espera que los inversores no se dejen llevar sólo por malos titulares. “Estados Unidos y China será las mayores superpotencias mundiales los próximos 100 años y siempre habrá tensiones”, predijo.

Contención china. En cuanto al protagonista afectado por la amenaza de Trump, China decidió no caer en la provocación de imponer sanciones a productos estadunidenses, como ha ocurrido en las anteriores negociaciones, y ayer el vocero de la cancillería china, Geng Shuang, se limitó a confirmar que una delegación “está preparando el viaje” a EU, aunque no precisó si este se llevará a cabo el próximo miércoles, como estaba previsto.

La semana pasada se celebró en Pekín la última de las rondas de negociación, encabezada por el secretario del Tesoro estadounidense, Steven Mnuchin, quien declaró que la cita había sido “muy productiva”.