Cultura

Buscan especialistas del INAH conocer quiénes eran las momias de San Ángel

ESTUDIO. Eva Ayala Canseco, directora del Museo de El Carmen, dice que los investigadores comenzaron el análisis de su indumentaria y luego del genoma para saber quiénes fueron/ “Su ropa es de fines del siglo XIX y principios del XX y no vi elementos de indumentaria que me dijera que son momias virreinales”, añade

Buscan especialistas del INAH conocer quiénes eran las momias de San Ángel

Buscan especialistas del INAH conocer quiénes eran las momias de San Ángel

La Crónica de Hoy / La Crónica de Hoy

A más de un siglo que 12 cuerpos momificados fueran encontrados en la colonia San Ángel, al sur de la Ciudad de México, investigadores del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) comenzaron el análisis de sus indumentarias e iniciarán estudios genómicos de dichos vestigios que posiblemente son del siglo XIX y XX.

En entrevista con Crónica, Eva Ayala Canseco, directora del Museo de El Carmen, recinto donde se resguardan y exhiben las momias, explica que antes de la pandemia estudió la indumentaria de algunos cuerpos y se reunió con expertos de la UNAM para solicitar estudios que den pistas de quiénes fueron las personas momificadas.

“Antes de la pandemia me dediqué a estudiar la indumentaria de las momias que considero tienen indumentaria original, es decir, ropa con la que fueron enterradas y, aunque mis resultados están en proceso de investigación, planteo que son indumentarias de fines del siglo XIX y principios del siglo XX. No vi elementos de indumentaria que me dijera que son momias virreinales”, comenta Ayala Canseco.

Anterior al confinamiento, la historiadora también se reunió con un grupo de antropólogos físicos del INAH y de la UNAM para presentar un proyecto que estudie detalladamente a las momias, además recuperó las investigaciones que hace cinco años hizo la arqueóloga Daniela Alcalá Almeida con expertos de la UNAM en muestras tomadas de las oquedades de las momias.

“Esos estudios serán presentados posterior de la pandemia para continuar con los análisis y saber de dónde proceden”, indica Ayala Castro.

Las 12 momias de El Carmen se encuentran en la Capilla mortuoria y la Cripta del recinto, el cual pertenecía a la orden de los carmelitas descalzos.

“Hace dos años pedí que acostaran a las momias porque al tenerlas paradas comenzaron a sufrir daño derivado de la gravedad natural. Al acostarlas vimos la pintura mural que estaba en la parte trasera y hoy, a pesar de la pandemia, estamos haciendo un estudio con restauradores de pintura mural para detectar si es original de la época carmelita o si es una pintura mural que se realizó en el siglo XX”, indica.

-¿Qué elementos pictóricos tiene la pintura?

-Son motivos de calaveras, huesitos cruzados y algunos otros elementos decorativos que asemejan elementos decorativos virreinales.

-Anteriormente, ¿se habían hecho estudios a estas momias?

-Sí, en los años 90 del siglo pasado, los hicieron antropólogos físicos del INAH con especialistas norteamericanos que fueron financiados por National Geographic para estudiar algunos cuestiones genéticas, pero son estudios publicados en Estados Unidos y no los tenemos en el INAH.

MISTERIO REVOLUCIONARIO. Cuando un cuerpo se momifica y no se identifica, se convierte en parte del patrimonio cultural de México y su custodia, salvaguarda y estudios recaen en el INAH. Ése fue el caso de las 12 momias del Museo de El Carmen.

“Las momias aparecieron en 1916, durante la Revolución Mexicana, tiempo en que ya había sido expropiado el convento (desde 1861) y al saberse que esa área del convento estaba abandonada de frailes y que era un museo comunitario, fue tomada varias veces por los carrancistas y luego por los zapatistas”, narra la directora del museo.

La última vez que tomaron el convento los carrancistas se llevaron al párroco del Templo de El Carmen a Veracruz, entonces regresaron los zapatistas quienes –según se rumora– habían estado haciendo huecos en busca de tesoros.

“Cuando los zapatistas abandonaron el museo, los habitantes muy consternados fueron a ver qué pasó y descubrieron 12 cuerpos momificados, algunos de ellos sin ropa, porque la momificación permitió la conservación del cuerpo pero no la conservación de la ropa”, comenta Ayala Canseco.

En ese periodo, los carmelitas descalzos enviaron otro párroco al Templo de El Carmen a quien los habitantes de la zona lo llevaron a ver los cuerpos momificados.

“Vio que estaban desnudos y propone inhumarlos, pero como nadie sabía de dónde procedían, porque los hoyos de los zapatistas no correspondían tampoco al tamaño de los cuerpos, los habitantes se opusieron porque los consideraron una maravilla a estudiar. Lo único que pudo hacer el padre fue colocarles hábitos carmelitas a las momias desnudas”, narra.

A lo largo de un siglo, las momias han generado leyendas y rumores: la que porta un vestido blanco se dice que es una novia, otros comentan que son cuerpos encontrados en iglesias aledañas o que los zapatistas los cargaron hasta allí.

“En México no existen tradiciones de momificación artificial (como las de Egipto), todos los cuerpos momificados son resultado de un proceso natural, es decir, que las condiciones del medio ambiente desecan o saponifica los cuerpos. Las de El Carmen son momias que se han desecado y perdido la humedad, por eso conservan tejidos de piel, dientes y cabello”, indica.

La directora comenta que el museo (ubicado en Av. Revolución 4, Col. San Ángel, CDMX) espera el cambio de semáforo epidemiológico para reabrir sus puertas.