Cultura

Buscan que la talavera sea declarada Patrimonio de la Humanidad

Sería un bien inmaterial y sería compartido con España. En 2020 la UNESCO anunciará si se aprueba la propuesta, promovida por el INAH

Sería un bien inmaterial y sería compartido con España. En 2020 la UNESCO anunciará si se aprueba la propuesta, promovida por el INAH

Buscan que la talavera sea declarada Patrimonio de la Humanidad

Buscan que la talavera sea declarada Patrimonio de la Humanidad

La Crónica de Hoy / La Crónica de Hoy

La talavera que se produce en Puebla busca la declaratoria de Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad por parte de la UNESCO y será en junio de 2020 cuando dicho organismo internacional emita su decisión.

En caso de ser positiva, sería el primer bien que México compartiría con España ya que el nombre completo del expediente en actual revisión es: Procesos artesanales para la elaboración de la Talavera en Puebla (México) y de la cerámica de Talavera de la Reina y Puente del Arzobispado (España).

México tiene 34 bienes inscritos ante la UNESCO: 6 son naturales, 27 culturales y uno mixto. Es decir, la talavera formaría el primer bien inmaterial del país y aunque en el nombre se señala la producción en Puebla, también se está contemplando al municipio San Pablo del Monte, Tlaxcala. La propuesta ha sido promovida por el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH).

La cerámica de talavera que se produce desde el siglo XVI implica un proceso de barro moldeado en tornos que se somete a dos horneados a más de 900ºC, con los cuales se obtiene el color blanco (esmalte vítreo) y colores a base de minerales y óxidos.

ARTE MIGRATORIA. “Conseguir la categoría de patrimonio sería muy importante porque a nivel histórico la talavera ha tenido una permanencia de producción desde mediados del siglo XVI hasta el siglo XXI. Eso habla del esfuerzo de los artesanos por sostener un elemento de identidad”, señala Emma Yanes Rizo, autora del libro Que de dónde, amigo, vengo. Los orígenes de la loza estannífera o talavera poblana, 1550-1563.

De acuerdo con la historiadora del INAH, el origen de la talavera (o loza estannífera) cuya característica principal es el esmalte de estaño y plomo, se sitúa en España, especialmente en Talavera de la Reina, Toledo y Génova (este último lugar perteneciente a la península ibérica durante el siglo XVI).

De dichas localidades partieron loceros para establecerse en Puebla, según pudo rastrear la historiadora con evidencias arqueológicas y archivos como el General de Notarías de Puebla y el General de Indias, Sevilla.

“En 1550 llegaron los primeros loceros a Puebla y en 1653 se decretaron las ordenanzas y se creó el gremio de manera formal. Algunos de éstos pertenecieron a familias de alfareros reconocidos en España y Génova como los Rodríguez, Gaytán, García, Pesaro y Salomón”, precisa Yanes Rizo.

Los artesanos de talavera llegaron al país porque de 1550 a 1620 sucedió el mayor auge comercial entre la península y la Nueva España, y específicamente a Puebla porque esa ciudad se fundó para españoles.

“También llegaron a Puebla porque la entidad está entre Veracruz y la Ciudad de México, es decir, en un lugar estratégico. Además fue importante la construcción de conventos porque requirieron artículos de loza para tejas, cañerías, platos y fuentes”, destaca.

Otros motivos por los cuales los loceros llegaron al país fueron las guerras que lidiaba España en ese entonces y que mermaron su economía, como la Guerra de los Treinta Años.

PRIMEROS LOCEROS. La producción de loza en Puebla durante el siglo XVI fue muy sencilla pero en el XVII y XVIII se convirtió en loza más barroca, señala Yanes Rizo e indica que esa producción fue aprendida por mestizos e indígenas, población que también instaló talleres.

“A juzgar por el hallazgo de algunos tiestos de loza estannífera sin vidriar en el área correspondiente a barrios indígenas, es probable que en los talleres de indígenas y mestizos también se hicieran piezas de loza fina. Ésta es una nueva línea de investigación”, indica Yanes Rizo.

En el libro Que de dónde, amigo, vengo. Los orígenes de la loza estannífera o talavera poblana, 1550-1563, editado por el INAH, la historiadora señala que en Puebla se registraron formalmente 26 loceros entre 1550 y 1653:

“14 pertenecían a la región de Toledo, en particular Talavera de la Reina; tres eran sevillanos; cinco eran originarios de Génova pero que se habían establecido en Sevilla; uno era de Castilla, dos de Cádiz, de uno más se desconoce su ciudad natal”, detalla.

Esa comunidad original se formó en torno al clan Encinas-Gaytán, agrega.

“Sus principales miembros fueron: Gaspar de Encinas, el Viejo; Diego Gaytán; Gaspar de Encinas, el Mozo; Salvador Encinas, Alonso García, Alfonso Fernández Cornieles, Juan Rodríguez, Pedro Aguayo, Miguel Herrera, Antonio de la Vega, Juan Bautista Conrado, Juan Bautista Salomón, Damián Hernández y Andrés Haro”.

— ¿Dónde se asentaron?

— A 150 metros del río San Francisco, en la calle de los Mercaderes, alrededor del convento de Santo Domingo, a dos kilómetros del barrio de Xanenetla. Era zona estratégica por la obtención de agua, barro, leña y vientos favorables, y puntos estratégicos para el abastecimiento de materias primas: tequesquite, vidrio, plomo, cobre, hierro, estaño, cobalto.

— Menciona que hubo talavera en otros estados…

— En la Ciudad de México, Pátzcuaro, Oaxaca y Guanajuato se produjo loza estannífera pero no con la calidad de la loza de Puebla.