Opinión

Caelum Nostrum

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La Crónica de Hoy / La Crónica de Hoy

El crecimiento del Imperio Romano incluía en su política de expansión la utilización de su flota marítima, hasta que llegó el momento en que al Mediterráneo se le llegó a nombrar Mare Nostrum (“Es nuestro mar”). Desde luego, el marítimo era entonces el medio de transporte más rápido y seguro y quien tuviera la supremacía en él dominaba el mundo conocido.

Hoy en día, ese lugar le pertenece al transporte aéreo. Quien domine los cielos será el actor de primera línea y en estos momentos estamos viendo movimientos muy interesantes en ese ámbito que perfilan una reconfiguración de la aviación a nivel mundial.

Hasta hace unos 15 años el liderazgo indiscutible le pertenecía a Estados Unidos, pero paulatinamente el centro de gravedad de la industria se ha ido desplazando. Hoy, el Pacífico Sur es tan importante y está a un tris de desbancar a Estados Unidos en cuanto a número de vuelos, pasajeros transportados, flotas y demás, en particular, China.

Más allá de la importancia del mercado, sin embargo, está el desarrollo de tecnología aeronáutica pues en el caso del gigante asiático su incursión en el armado de una nueva aeronave (el C919 de COMAC) es casi un hecho. Este avión competirá directamente con la familia 320 de Airbus y el 737 de Boeing para el mercado medio que es el de mayor crecimiento.

Pero hay otros actores en el reparto. Uno de ellos es el Oriente Medio, cuyas aerolíneas se esfuerzan por ganar mercados aunque para ello tengan que invertir recursos muy por encima de lo que en la buena lid del respeto a los lineamientos de la Organización de Aviación Civil Internacional (OACI) les podrían corresponder.

En ese tenor, hoy todavía se discute el asunto de si se le permitirá a Emirates hacer uso de la quinta libertad que le otorgó España para hacer el vuelo Dubai-Barcelona-México transportando pasaje de la ciudad catalana a la Ciudad de México. Al respecto, conviene recordar que —de acuerdo con la OACI, que es la que regula las libertades del aire— una quinta libertad, el derecho de llevar pasajeros entre dos países que no son de la misma nacionalidad que el transportador, es un esquema complementario, no sustitutivo.

Esto significa que el grueso del pasaje (80%) debería ser tráfico desde el origen (en este caso Dubai) y sólo el 20% de la ciudad intermedia (Barcelona) a la de destino (México). Esto si queremos hacer las cosas “como Dios manda”, o cuando menos “como Dios sugiere” si el país que otorga el permiso para una quinta (México) quisiera desarrollar una ruta que no esté servida, como podría ser el caso de Milán, o cualquiera de las 5 ciudades que Emirates podría utilizar en lugar de Barcelona.

No es criticable que Emirates quiera crecer, pero debe ajustarse a las reglas. Ofrecer 150 empleos a cambio de sentar sus reales en México es querer cambiarnos un plato de lentejas por la primogenitura.

Lo oí en 123.45: Falta aún comentar la compra del 20% de LATAM por Delta, ya lo haremos. Además, se debe investigar y hacer justicia en el caso de Mexicana de Aviación: anular las irregularidades, castigar a los responsables, resarcirle a los trabajadores  su patrimonio y dejar de culparlos por el quebranto.raviles0829@gmail.com
Twitter: @charoaviles