No es hasta que, ante 65, 000 personas coreando, bailando y gritando en éxtasis cada tema de Café Tacvba, logras comprender el poder de convocatoria de un proyecto que ha logrado mantenerse vigente por 30 años, rompiendo brechas generacionales por medio de su folclore musical.

El festejo por el 30 aniversario de “los tacvbos” invadía algunos espacios públicos de la urbe capitalina: al interior de la estación Ciudad Deportiva de la línea 9 del metro, se escuchaba un coro de desconocidos que entonaba el reconocible "pa-pa-ru-papa eu eohhh" de “El baile y el salón”. Mientras que al salir, en las calles aledañas al Foro Sol comenzaban a hacerse notar algunos transeúntes que portaban el icónico gorro con cresta de gallo que Rubén Albarrán popularizó en 2003, tras la salida del disco Cuatro Caminos.

El festejo dio inicio a las 19:00 horas, cortesía de la banda tapatía Neptuna, la cual recibió a los primeros asistentes con su girl power compuesto por guitarras estridentes de garage psicodélico. 40 minutos después, un grupo de feministas se apoderaron del escenario para realizar el performance de El Violador Eres Tú en dos ocasiones, exigiendo su derecho como mujeres y alzando la voz ante los feminicidios que día a día ocurren en nuestro país; dando así pie a un concierto con tintes sociales que se mantuvo hasta el final.

No obstante, algunos desperfectos en la organización provocaron que Los Tres no subieran al escenario antes que Café Tacvba, como se había establecido originalmente, ya que la banda chilena llegó retrasada al lugar, lo cual provocó que se cancelara su presentación.

Sin embargo, a mitad del set del cuarteto sateluco (de Ciudad Satélite), Los Tres subieron para interpretar junto a ellos, los temas “Déjate caer”, “Amor violento” y “Torre de Babel” de su autoría, confirmando la importancia del conjunto chileno para la banda mexicana.

Aunado a ello, durante tres horas, Café Tacvba ofreció un amplio recorrido por su discografía, incluyendo canciones que en pocas ocasiones han sido interpretadas en directo como “Debajo del mar”, “Labios jaguar” y “La sonaja”, de su disco debut homónimo publicado en 1992. O “Trópico de cáncer” e “Ixtepec” de su mítico y aclamado material Re (1994).

Espectáculo en el que también dieron cabida a sus infaltables temas: “Las Flores”, “Chilanga banda”, “El fin de la infancia”, así como un sorprendente performance de “Ojalá que llueva café”, junto a un dúo huasteco, y “Chica banda”, canción en la que compartieron el escenario con sus respectivos hijos durante la interpretación.

Después del ya clásico encore (breve pausa durante el concierto), Meme del Real tomó protagonismo al interpretar “El mundo en que nací”, “Eres” y “Quiero ver”, para continuar con el tan esperado “El baile y el salón”, con el que el Foro Sol se transformó en una gran discoteca. Ese climax anunciaba la proximidad del fin de la presentación, y mientras “Diente de león”, “Zopilotes”, “El espacio” y “María”, parecían dar la despedida, una última invitada subió para culminar la noche: Andrea Echeverri de Aterciopelados.

“No la cantaban desde hace mucho porque se les fue la mano un poquito con la letra. Por eso me invitaron estos chicos para hacer una versión feminista. Así que no la canten tan fuerte para que puedan escuchar la nueva letra", dijo la colombiana, antes de cantar el éxito que la agrupación decidió autocensurar.

"Ingrato, no me importa si me quieres; me vale si me dejas, a mandarte a la chingada, ingrato, porque soy independiente, porque no te necesito”.... dicen algunas estrofas de la nueva composición que aparentemente tuvo buena recepción con el público.

Café Tacvba mostró que a 30 años de ser una de las bandas más aclamadas de su generación, aún tienen camino por recorrer dentro del imaginario mexicano, siembre con un discurso político, social y hasta ambientalista de por medio, evidenciando que el punto de unión y conciencia siempre se podrá encontrar también en la música.

ijsm