En el marco de la oficialización del 1º Día Nacional de la Lucha contra el Cáncer de Próstata que se conmemora este 29 de noviembre, se hace u llamado para prevenirlo y atenderlo a tiempo.

La próstata, es un órgano que pertenece al aparato reproductor masculino y se encarga de producir el líquido seminal que transporta a los espermatozoides.

El cáncer de próstata, es una degeneración celular de carácter de comportamiento maligno, es decir, el crecimiento descontrolado de células en la glándula prostática que habitualmente surge en pacientes después de cumplir los 40 años.

En la mayoría de los casos es detectado en etapas avanzadas debido a la falta de información, por falta de un chequeo constante por parte de un urólogo y sobre todo a los tabús respecto a su diagnóstico.

El cáncer de próstata en México es la primera causa de muerte por cáncer en varones.  Actualmente más del 65% de los casos se diagnostica en hombres mayores de 65 años.

Cuando ya está más avanzado puede provocar signos y síntomas, como:

Problemas para orinar

Disminución en la fuerza del flujo de la orina

Presencia de sangre en el semen

Molestia en la zona pélvica

Dolor en los huesos

Disfunción eréctil

Cabe puntualizar que el miedo o la creencia de que el cáncer de próstata es una enfermedad que afecta la hombría incide directamente en los altos índices de cáncer de próstata, ya que la población masculina cree que tendrá problemas sexuales, e incluso que el diagnóstico que implica el tacto rectal, es intrusivo en su masculinidad.

Puede ser asintomático en un inicio, es decir, no presenta síntomas. Sin embargo, alguno de sus síntomas más comunes puede ser dolores óseos o sangrado en la orina.

El principal factor de riesgo es tener antecedentes genéticos, es decir, antecedentes familiares de línea directa como padres o hermanos.

Otro factor de riesgo muy importante es la edad, la mayoría de las personas que son diagnosticadas con cáncer de próstata son personas mayores de 40 años, sin embargo, los adultos mayores son los que presentan la enfermedad en su máxima fase de desarrollo.

El no contar con una buena alimentación y tener sobrepeso, además del consumo excesivo de tabaco o alcohol, pueden propiciar a desarrollar este padecimiento.

La principal causa por la que los hombres no asisten a revisiones preventivas, es por prejuicio o miedo a los estudios de diagnóstico, más específico al tacto rectal, el cual consideran invade su masculinidad y los vulnera. Esto viene ligado a una sociedad “machista” donde el hombre es presentado como el fuerte, y la introducción de un dedo aunque sea para fines médicos exploratorios, es considerado como una debilidad y juzgado en algunos casos como acto de homosexualidad.

Otro factor que afecta al tratamiento, es la alta probabilidad de padecer problemas de disfunción eréctil, lo cual, afectaría directamente a su desempeño sexual. En este caso, el mantener una buena comunicación con la pareja para poder satisfacer las necesidades físicas de nuevas maneras, sin miedos ni tabús, servirá para mantener una vida sexual activa e interesante para la pareja.