Opinión

CDMX. Oposición empantanada

CDMX. Oposición empantanada

CDMX. Oposición empantanada

La Crónica de Hoy / La Crónica de Hoy

La oposición en la CDMX no encuentra el camino para volver a la competencia política. A pesar de que el gobierno tiene puntos vulnerables, la oposición no avanza porque tropieza con la misma piedra y recorre los caminos que la llevaron al desprestigio entre los capitalinos.

El PRI, por alguna atávica razón, no puede deshacerse del pesado fantasma de Cuauhtémoc Gutiérrez que sigue apareciendo como la opción que los priistas le ofrecen a los ciudadanos, lo que es absolutamente repelente.

Del PRD, que prácticamente se extinguió entre acusaciones de corrupción que mancharon desde a Miguel Ángel Mancera hasta los funcionarios menores de las alcaldías, antes delegaciones, que prácticamente saquearon las oficinas sin dejar, en algunos casos, ni los clips. Lo que queda del PRD no ha sido capaz de transmitirle a la población que ellos, en otros años, implantaron una agenda de avanzada en la ciudad. La gente piensa que ese patrimonio político se trasladó a Morena.

Y del PAN capitalino lo que puede decirse es que su adicción a los moches y a otros negocios turbios generaron profunda desconfianza entre los chilangos que francamente no quieren saber nada de ellos. PAN y PRD tardarán en deshacerse de la herencia maligna de haber apoyado, los dos, a Alejandra Barrales en la desastrosa campaña del 2018.

Un ejemplo claro de que la oposición en la ciudad no encuentra el camino de regreso a la confianza ciudadana, es la campaña de Mauricio Tabe para la alcaldía Miguel Hidalgo. Desde el inicio se ha desarrollado entre acusaciones graves y padrinazgos políticos desprestigiados. Tabe, por ejemplo, carga sobre sus espaldas todos los señalamientos de operaciones turbias que pesan sobre su padrino político, Jorge Romero, el cacique azul de la ciudad.

Las malas compañías han calado hasta el fondo del PAN capitalino. En los corrillos se asegura que están metidos en casos de grandes ligas de la corrupción, como el caso Odebrecht y hay versiones que muy pronto del expediente del ex senador panista José Luis Lavalle comenzará a salir un rosario de nombres que hará descarrilar la campaña en Miguel Hidalgo y otras alcaldías.

Lo que se dice en corto en los pasillos de la Unidad de Inteligencia Financiera de Hacienda es que sí existen vasos comunicantes entre el senador Lavalle, ya detenido, y los señores Romero y Tabe. Claro que todavía falta que se comprueben, ante un juez y no se adelanta nada, pero se asegura que la cadena de complicidades los puede incluir.

No se crea que los rumores sobre malas compañías es el único problema de la mancuerna Tabe-Romero, también está el hecho de que cientos de militantes panistas ha optado por dejar el partido y sumarse a la campaña de reelección de Víctor Hugo Romo. ¿Por qué el PAN – CDMX perdió interlocución con sus militantes en la ciudad?

Será acaso porque la gente está al tanto del apetitito voraz de hacer negocios de todo tipo, comenzando por los inmobiliarios, dejando para el final los intereses de los ciudadanos. Hay una interrogante en el aire, ¿para qué quiere el PAN asumir el gobierno de Miguel Hidalgo? ¿Acaso para soltar permisos de construcción a diestra y siniestra a cambio de propinas jugosas?

No hay todavía respuesta para esas interrogantes, pero la mala fama del tándem Romero-Tabe los precede. Lo que viene para la campaña en Miguel Hidalgo es una guerra sucia, donde se soltarán todo clase de acusaciones y golpes debajo del cinturón. Lo dicho: la oposición en la ciudad no encuentra el camino de regreso a la competencia política con posibilidades reales de ganar. Su única misión será enchinchar.