Después de una prueba exitosa en España en 2019, todas las plantas de cemento de CEMEX en Europa ahora utilizan hidrógeno como parte de su mezcla de combustibles.

La empresa mexicana informó este martes que ha aplicado con éxito una revolucionaria tecnología de hidrógeno como parte de su mezcla de combustibles en todas sus instalaciones en Europa. Con una inversión de aproximadamente 40 millones de dólares, también realiza un rápido despliegue al resto de sus operaciones en todo el mundo, incluyendo México, Estados Unidos, Centro, Sudamérica y el Caribe, así como en África y Asia.

Esta tecnología innovadora que utiliza hidrógeno no emite CO2 por combustión, pues permite mayor reducción de combustibles fósiles, mejora eficiencia energética y, por consecuencia, es otro logro para alcanzar los objetivos de emisiones de CO2.

La compañía realizó pruebas iniciales de esta tecnología en la Planta de Cemento de Alicante, en España, en julio de 2019 y rápidamente confirmó su potencial para reducir significativamente las emisiones de CO2. La tecnología se instaló en todas las plantas de cemento de Europa durante 2020.

Con lo anterior, CEMEX la implementará sustancialmente en todas sus operaciones globales durante 2021. Con esta nueva tecnología, el hidrógeno mejora el proceso de combustión del horno de cemento, agregando otra herramienta relevante en la hoja de ruta 2030 de la compañía para reducir las emisiones de CO2 a corto plazo.

“La rápida adopción de esta nueva tecnología basada en hidrógeno es un claro ejemplo de los esfuerzos de innovación de CEMEX y su sólido compromiso para descarbonizar el proceso de producción de cemento”, dijo Roberto Pongutá, vicepresidente de Operaciones Globales, Tecnología y Energía de CEMEX. “Continuamos identificando e implementando tecnologías existentes que tienen un gran potencial para contribuir a nuestros objetivos de sostenibilidad, y el hidrógeno es una pieza clave”.

La empresa cementera anunció en 2020 su estrategia de Acción Climática, en la que definió un objetivo global para reducir emisiones específicas netas de CO2 por tonelada de productos cementantes en 35% para 2030.

En sus operaciones europeas, la firma regiomontana también definió un objetivo de reducción de 55%, en línea con lo que la Comisión Europea ha definido como nuevo objetivo para todos sus países miembros. Para complementar esta estrategia con una visión de más largo plazo, CEMEX también estableció una ambición para ofrecer concreto con cero emisiones netas de CO2 a nivel mundial para 2050.