México y el mundo arden. Es hora de observar, aprender, entender y después opinar. En medio de todo el caos, a veces necesitamos un pequeño oasis de distracción para recargar energía y seguir siendo ciudadanos en un mundo que se desbarata ante las desigualdades económicas y sociales y la poca representación política.

Encontré un pequeño refugio el sábado pasado en un sorprendente Parque Bicentenario que se conjugó con un atardecer rojizo y cielo despejado, cerveza artesanal, música, freaks y cirqueros, bajo el escenario del primer festival de Lagunitas Beer Circus en la Ciudad de México, antes presentado en Chicago, Seattle, Londres y Madrid.

Un drag aéreo abrió el evento para recordarnos que el género es sólo una construcción social y deberíamos destruirlo. Pelucas, maquillaje, corsets góticos, estolas de plumas, gafas coloridas, narices rojas, bigotes y barbas estaban disponibles para los visitantes que querían adentrarse al juego de ser otro, de convertirse en un freak, en un outsider, en una quimera.

Domadores, policías autoritarios pero también coquetos, payasos malabaristas, cortesanas, intersexuales, mimos en monociclos y otros personajes sacados de los escabrosos cuentos de los circos del siglo XIX eran parte de los animadores que buscaban adentrarte al espectáculo y que por un momento olvidaras lo que sucedía allá afuera.

La cerveza artesanal lo hizo todavía más fácil con un menú de Lagunitas, algunas no disponibles en México con hasta ocho grados de alcohol, y con cervecerías mexicanas invitadas.

También estaba el lado altruista del evento y podías  comprar artículos para tus perritos y los ingresos recaudados eran donados a asociaciones de rescate de animales.

El circo aéreo fue bastante impresionante, así como el show de fuego y aunque todavía no supero al acto circense y sadomasoquista de suspenderse en el aire con ganchos en las nalgas, me ayudó enchilarme con la salsa de Lady tacos de canasta que estuvo presente regalando el sabor de México.

Lagunitas Beer Circus se suma a otros eventos como Cerveza México que tratan de impulsar el consumo de cerveza artesanal, una de las industrias con mayor crecimiento, en los últimos ocho años ha crecido 2 mil 396 por ciento, según datos de la Asociación Cervecera de la República Mexicana (Acermex).

Para Lagunitas fue fácil crecer en Estados Unidos, en ese país la cerveza  comercial paga alrededor de 2.50 pesos por litro y la cerveza artesanal paga 1.24 por litro. En México, la cerveza comercial paga alrededor de 3.50 pesos el litro, y la cerveza artesanal entre 10 y 12 pesos por litro.

Lo artesanal es un espíritu que trata de enfrentar a las grandes producciones comerciales. Es un espíritu que respeta los ingredientes básicos: agua, malta, lúpulo y levadura y que incorpora otros elementos sólo para destacar y crear otras experiencias en los sentidos.

Sin embargo, los productores pagan un 25 por ciento de aranceles por la importación de malta de cebada y hasta un 35 por ciento de impuesto especial sobre producción y servicios (IEPS), lo que convierte en gran desventaja a la cerveza artesanal frente a la comercial.

Esperemos que pronto esto pueda cambiar para que más personas se animen a explorar con estilos de cerveza y cada vez haya público más abierto a experimentar sus sabores únicos.

Twitter: @wendygarridog
wengarrido@gmail.com