El domingo, tan pronto saludarla, supe que mi amada gatita Lorenza

se iría al viaje infinito. Me dispuse entonces a enfrentar juntas su marcha final, que tras 21 años de perfecta salud… per-fec-ta… se dio

en tan solo dos días y GAD con mínimo sufrimiento, sí, pero también

con un enorme sentido de la dignidad que ya quisiéramos los humanos poder sostener a la hora de nuestra muerte. Fue mucho el tiempo de querernos. Extrañaré sus exigentes maullidos y cariños, pero, también me satisface el que haya logrado un ciclo de vida tan largo y feliz junto a sus hermanitas Fortunata y Jacinta, que apenas el año pasado se

le adelantaron. Ya tendré oportunidad de contar la historia de

Las Tres García. Mientras…

En otro orden de ideas les comento que gracias a la amable invitación que me hiciera llegar Sandra Segovia-todos somos animales, pude participar gratamente como video-oyente (pese a las varias fallas técnicas que presentó) en el muy interesante Foro por los derechos de los otros animales, que ya desde su título fue provocativo. Me entusiasma ver tan subida de nivel una lucha en la que me metí hace ya cerca de 40 años, y encontrar que ahora son compartidas libre, soberana y abiertamente propuestas que anteriormente, al sector protector, nos fueron endemoniadamente descalificadas. Actualmente, en cambio, proviniendo de mentes académicas hasta se han tornado i-rre-ba-ti-bles, además de que puestas así, sobre la mesa, sin duda son parte de lo que tenemos como pendiente a resolver la actual generación humana. Por otro lado, siento que haber jalado EL TEMA desde el Senado de la República cobra dimensión especial y confieso que también me gustó el que siga dominando el género femenino en esta guerra por la dignidad del prójimo animal nh, no sin reconocer que fueron excelentes las participaciones masculinas como la del Dr. Neal Barnard, investigador clínico estadounidense y fundador del Comité de Médicos para la Medicina Responsable, que cerró el evento con asunto obligado para abrirle debate y reflexionar sobre lo que comemos y cómo lo comemos. Lástima que hube de escuchar esta última ponencia fraccionada a razón de fallas técnicas, lo que no mermó que igualmente me resultara muy atinada la participación de Genaro Lozano en calidad de moderador, no sólo por su experiencia y tranquilidad en la conducción, sino por tratarse de un vegano convencido y de un promotor orgánico de esta imprescindible maduración hacia nuestro comportamiento para con los otros animales. Asimismo tomó parte el español Óscar Horta, activista antiespecista fundador de Ética Animal, al que definitivamente me hubiera gustado escuchar con propuestas más allá de sumarse a las posturas de quienes lo antecedieron. Ello, según, a causa del tiempo, porque han de saber que programado para iniciar a la 1 y terminar a las 3 de la tarde del pasado miércoles 17, el evento se prolongó con la presencia constante de 200 mirones, entre ellos yo mera petatera.

La organización, recuérdese, corrió a cargo de la Senadora morenista Jesusa Rodríguez, que con todo y haber mantenido muy discreto perfil durante la transmisión, resultó muy atinada especialmente cuando en breves pero contundentes y bien armonizadas palabras, expresó la necesidad de producir iniciativas que verdaderamente respondan a la urgencia de devolver a los demás animales los derechos que les corresponden, agregando tajantemente que si de una manera tan rápida esta pandemia nos había obligado a dejar costumbres que parecían atávicas, como los abrazos y los besos, lo mismo y con igual rapidez podría darse respecto al cambio de hábitos alimenticios en la humanidad. Y ¡zas!, que a unos cuantos días se le sumó coincidentemente la FAO, dando a conocer esa misma urgente necesidad de replantear el abusivo consumo cárnico, que para el que no esté convencido de abandonarlo por el daño al Planeta, le recomiendo escuchar la terrible experiencia que con una vaca de matadero tuvo la argentina Malena Blanco, narración que de tan estrujante, además de mantenerme con el Ojo Remi me dejó en la lona, pese a conocer presencialmente del asunto. Por su parte, Nelly Lucano desde Jalisco, México, se pronunció sobre el Derecho Natural y nuestra obligación jurídica hacia los animales no humanos, punto en el que coincidieron casi todos los ponentes, particularmente los chilenos Ronald Leblebici y Gabriela Acosta y, por su lado, Paulina Rivero, como Directora del Programa de Bioética de la UNAM se pronunció por…

¡Uf!, se me terminó el espacio por hoy. DM daré continuación.

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