Metrópoli

Ciclovías de la CDMX, llenas de obstáculos y peligrosas

En la pista que atraviesa Azcapotzalco, los usuarios se topan en su trayecto con puestos ambulantes, diablos y tanques de gas. En Chapultepec un tramo fue inhabilitado por obras; en el Centro, vehiculos oficiales la convierten en estacionamiento

En la pista que atraviesa Azcapotzalco, los usuarios se topan en su trayecto con puestos ambulantes, diablos y tanques de gas. En Chapultepec un tramo fue inhabilitado por obras; en el Centro, vehiculos oficiales la convierten en estacionamiento

Ciclovías de la CDMX, llenas  de obstáculos y peligrosas

Ciclovías de la CDMX, llenas de obstáculos y peligrosas

La Crónica de Hoy / La Crónica de Hoy

El gusto de recorrer una ciclopista en El Rosario, en la alcaldía Azcapotzalco, y llegar al trabajo sin tener que lidiar con el tráfico sólo le duró unos minutos a Samantha Monrreal, pues cuando empezaba a pedalear con más fuerza su bicicleta se encontró con que un microbús estaba estacionado sobre el espacio destinado a los ciclistas. Algo similar le ocurrió a Benjamín Soto en la pista que fue instalada en Avenida Chapultepec, en la Cuauhtémoc, sólo que el joven estudiante de mercadotecnia se topó con puestos ambulantes que obstaculizaban su trayecto.

El joven tuvo que brincar los bolardos y transitar sobre el arroyo vehicular, exponiendo su vida como lo han hecho muchos ciclistas que todos los días enfrentan estos problemas. Y es que en pleno año 2020, los usuarios de bicicletas de la Ciudad de México tienen que enfrentar diversos obstáculos: transporte público mal estacionado, diablitos de ambulantes llenos de mercancía, ascenso y descenso de personas de vehículos particulares y taxis, obras del Gobierno de la Ciudad y de las alcaldías, y falta de conexiones.

Gustavo Cuevas de la Asociación Bicitekas dijo a Crónica que las ciclovías en la Ciudad de México, a pesar de ser espacios exclusivos para ciclistas, son peligrosas por la imprudencia de los automovilistas y de ciudadanos.

“Las obstruyen con sus puestos, en el caso de los ambulantes; el transporte público las invade cada que quieren y les place… Seguimos sin tener una verdadera cultura vial en este rubro”, lamenta.

Y agrega: “las ciclovías son para que precisamente no andemos con la bicicleta en la banqueta, o sobre el arroyo vehicular, pero así como a nosotros nos piden respeto a los peatones y conductores ellos no respetan estos espacios, es común ver a la gente caminando por la ciclopista, o un carro que ya se estacionó”.

El experto tambien dijo que a pesar de que los ciclistas usen estos espacios para evitar accidentes, el año pasado su asociación registró 8 muertes por imprudencia de los automovilistas.

“Fueron 8 personas que perdieron la vida estando en la ciclovía, no es posible que estas cosas pasen, en su mayoría se trata de repartidores de aplicaciones y dos casos de mujeres que se dirigían a estudiar, el uso de la bicicleta contribuye a que no contaminemos, a hacer ejercicio mientras nos transportamos, parece que las ciudades le dan más importancia a los carros que a los ciclistas”, añadió Gustavo.

INHABILITADA. Guillermo llegó hasta avenida Chapultepec. Ahí se topó con decenas de automovilistas desesperados, quienes trataban de incorporarse al otro lado del crucero para evadir las obras del Corredor Chapultepec e ir con rumbo a Insurgentes o Metro Sevilla.

No tuvo “chance” de pasar por la ciclopista. Una parte fue inhabilitada por los trabajos y la maquinaria que se encuentra en el lugar. Por eso regresó a su casa, dejó la bicicleta y salió cual rayo en el Pointer color negro. “Si no, no llego”, alegaba.

EL EJEMPLO. “Hay que predicar con el ejemplo” reza un refrán mexicano que no aplican muchos trabajadores del Gobierno local. Ayer, José Pablo, un repartidor de comida, estuvo a punto de ser arrollado al tratar de esquivar un camión de volteo que se encontraba estacionado sobre Chapultepec, a la altura de Sevilla. La unidad pesada se pasó más de tres horas parada por la zona, por donde pasa la vía destinada para los ciclistas.

Incluso los tripulantes, tenían las puertas abiertas, obstaculizando aún más el libre tránsito.

“No se vale que primero nos prometen una cosa y luego no la cumplen. Dizque la pista era sólo para las bicicletas y mira ahora, no dejan pasar”, lamentó el trabajador.

Mismo sentir de más de un ciclista que a diario utiliza la vía que a finales de año inició obras para el corredor Chapultepec.