El presidente de la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), el mexicano Eduard Ferrer Mac-Gregor, abrió hoy la apertura del año judicial haciendo un llamado a los gobiernos de la región para que no permanezcan “indiferentes” ante la crisis que se vive en Venezuela y en Nicaragua y ayuden a buscar una “salida política”.

“No puedo permanecer indiferente a la grave crisis institucional democrática y de derechos humanos por la que atraviesa ese país (Venezuela) y su pueblo, espero que este momento que se está viviendo sea de inflexión, de tal manera que permita a los diferentes actores encontrar, a través de canales pacíficos, los caminos para reconstruir la institucionalidad democrática y el pleno respeto a los derechos humanos”, apuntó Ferrer.

En el acto oficial, el presidente de tribunal destacó que el mundo atraviesa una “encrucijada de carácter histórico” por lo que hay que “reivindicar y defender” la democracia ante los “anhelos mesiánicos” de algunos líderes.

“A través de la perpetuación en el poder de aquellos que sienten anhelos mesiánicos, como si fuera la única alternativa para conducir el destino de un país, se convierte cualquier democracia en autoritarismo sin control o simplemente en dictaduras. Observamos que ya no se necesitan tanques para avasallar las democracias ni los derechos humanos”, expresó.

El juez de la Corte IDH lamentó que en la actualidad “se crean discursos donde el adversario político es el enemigo, el migrante el causante de todos los males nacionales”, entrando así en una “encrucijada de carácter histórico”.