En el segundo día de representación, ni la presencia del cristo de Iztapalapa impidió que los empleados de Clara Brugada iniciaran una cacería de tiendas de abarrotes y cremerías, a las cuales, con cualquier pretexto, les colocaron sellos de suspensión y les impidieron seguir operando.

En toda la ruta del viacrucis, el personal de la alcaldía clausuró 15 establecimientos. La razón, la falta de extintores, señalamientos de salida de emergencia, anuncios de “este establecimiento no discrimina por motivos de raza, religión, orientación sexual…” o por no contar con los sellos de la báscula.

Asimismo, a los comerciantes que no cuentan con extintor, los supervisores se los ofrecen en mil 200 pesos, cuando su precio normal es de 700, para evitar la sanción.

Según comerciantes, la temporada que traería ingresos a la zona, está resultando contraproducente, puesto que ya hay pérdidas por cierres y, lo peor, la psicosis por posibles clausuras aumenta a medida que se acercan los días santos.

Ayer algunos comercios no levantaron sus cortinas por miedo a que los empleados de Brugada (andan tres con chalecos con la leyenda de Alcaldía de Iztapalapa acompañados de dos policías) se apersonaran y los sancionaran bajo cualquier pretexto.

Al grupo de verificadores se le preguntó sobre el motivo de las inspecciones y sobre las sanciones y se limitó a decir: “Cualquier cosa que quiera saber, vaya y pregúntelo a la alcaldía, nosotros sólo hacemos nuestro trabajo”.

En un recorrido se observó a decenas de establecimientos, como por ejemplo Micro Súper Sonia y Pepe, El Corcel II, Bodegas Alianza, Cremería Abarrotes y Cremería Bethel,  de las calles Lerdo, 5 de Mayo e Hidalgo, con sellos de Suspensión de Actividades.

“No somos grandes empresarios. Somos comerciantes que vamos al día y que apenas sacamos para la comida y la renta. Nosotros votamos por ella, porque nos prometió apoyos… y mire qué clase de apoyos, nos cierra los negocios”, dice Esther Sosa, dueña de una cremería.

EXPEDICIÓN. El día de hoy inicia en Iztapalapa la Ley Seca, que se prolongará durante las celebraciones de Semana Santa, hasta el domingo en la noche.  La decisión fue tomada luego de que el domingo 7 de abril, durante el Cierre de Carnaval de Iztapalapa, se desató una balacera que dejó un muerto y 10 heridos.

“Consideramos que debe haber las mejores condiciones para evitar que la ciudadanía utilice un evento tan grande y masivo, como la representación de la Semana Santa, para hacer otro tipo de cosas”, aseguró la alcaldesa Clara Brugada, durante la apertura de uno de los parques acuáticos que prometió para esta semana.

Desde el primer minuto de hoy estará prohibido vender y consumir bebidas alcohólicas, hasta el último minuto del domingo, recordó la demarcación.

Para cumplir la ley seca, la alcaldía desplegará a 60 abogados de la Dirección General Jurídica, quienes supervisarán que no se venda ni consuma alcohol, junto con personal del Instituto de Verificación de Establecimientos Mercantiles.

La decisión se anunció el lunes 8 de este mes, al otro día de la balacera, luego de que los carnavales no finalizaran en saldo blanco, lo cual se repite cada año, pese a los esfuerzos de las autoridades.