Las pruebas rápidas de COVID no son los únicos insumos de salud contrabandeados en el país, aceptó el subsecretario Hugo López- Gatell, quien rechazó el aval de la Secretaría de Salud (SS) a estos productos.

Su uso, por parte de empresas obligadas a realizar exámenes a sus trabajadores para reanudar actividades, dijo, es riesgoso.

“Por la fama pública, muy desafortunada, del sistema de Aduanas en sexenios previos y conociendo el trabajo titánico del SAT y Aduanas por cambiar viejas prácticas, puedo asumir que hay otros productos”, señaló a Crónica.

Durante los últimos días, este diario documento diversas anomalías en la importación y comercialización de estas pruebas, las cuales apuntan al tráfico ilegal: venta sin factura, utilización de intermediarios, falta de autorizaciones emitidas por la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris) y hasta negociaciones mediante “contactos” en la Aduana.

“Es reprobable que exista una actividad de contrabando, pero cuando este contrabando involucra un bien para la salud, un producto, hace más daño, porque no existe la capacidad de identificar si tiene o no la calidad necesaria, es un problema”.

Aludió a Raquel Buenrostro, titular del Servicio de Administración Tributaria (SAT) y a Horacio Duarte, Director General de Aduanas, quienes continúan en el intento de “limpiar un espacio fundamental para el gobierno mexicano, y tener la capacidad para que en las Aduanas no haya contrabando. Es un proceso difícil, y no es exclusivo de las pruebas rápidas, sino de cualquier otro elemento”.

La SS, enfatizó, “no recomienda el uso de pruebas rápidas y parece haber una contradicción: ¿por qué si no las recomienda, Cofepris las autoriza? La autorización significa que es válido utilizar en territorio nacional estos productos, pero no hay ninguna indicación para que el sector público las utilice, son dos materias de competencia diferentes”.

Ante la solicitud de un comercializador o productor de las pruebas, describió, “la Cofepris puede autorizarlas, pero como se puede ver en sus fichas técnicas, tienen baja capacidad para distinguir quién tuvo exposición previa al virus y quién no la tuvo; lo que detectan, cuando se deposita la gota de sangre de una persona en las tiras reactivas, es si existen o no anticuerpos, eso no debe interpretarse como una infección aguda”.

“Las pueden comprar entidades privadas que quieran hacerlo, pero la Secretaría no las recomienda, las que están autorizadas tienen una baja capacidad de distinguir correctamente quién tiene inmunidad y quién no, la interpretación de los anticuerpos es historia de infección, no es infección presente”.

-Si hay anomalías, si no funcionan, ¿no sería mejor que se quitaran del mercado y Cofepris no las autorizara?

-Es correcto… Esta idea de que hacer pruebas, en especial las rápidas, es suficiente para distinguir quién tuvo respecto a quién no tuvo infección, es errónea, se han querido interpretar como garantía de inmunidad, de protección biológica, se ha utilizado la expresión ´pasaporte inmunitario´, refiriéndose a la idea de que: ´yo me hago la prueba o ya me salió positiva, ya tuve infección y ya no voy a tener´, esto es un error.

Según López-Gatell, desde el 24 de abril la Organización Mundial de la Salud alertó sobre este fenómeno: “Periódicamente revisa la evidencia y sigue diciendo que es una interpretación errónea de las pruebas de anticuerpos, por su baja sensibilidad y especificidad”.

-Las pruebas rápidas están siendo usadas por empresas para valorar la salud de sus trabajadores…

-Su uso en las empresas no es conveniente, porque podrían inducir un riesgo por el hecho de suponer que las personas que tengan pruebas positivas ya no van a tener infección, no debe usarse así, es la postura de la Secretaría.

-Se usan para cumplir el requisito pero se alimenta un negocio con muchas anomalías...

-Sí, puede haber otras motivaciones…

El subsecretario reprochó el “individualismo” en tiempos de emergencia, confusión y ansiedad: “Hay personas que, ante la incertidumbre y temor, se enclaustran en sí mismas”.