Me ha tocado escuchar a expertos en Turismo sostener que no le tocará a este sexenio atestiguar la recuperación total de la industria de viajes después del golpe del coronavirus. Los estragos correspondientes al 2020 acaban de ser documentados por el INEGI, pero los del 2021 están en curso y no habrá buenas noticias por lo menos hasta julio.

El año pasado el turismo rompió una espléndida racha que arrancó en el año 2013 y que consistió en alcanzar máximos históricos cada año. Se captó el año pasado la cantidad de 11 mil 025 millones de dólares por concepto de turistas internacionales. Esta cifra es la menor en 16 años, desde el 2004. Es importante no quedarse en las cifras sino comprender que detrás de cada una hay miles de familias que perdieron su ingreso y que para millones de compatriotas esto es una tragedia.

La derrama económica de 2020 equivale a menos de la mitad (-55%) que lo obtenido en 2019 y significa la caída más profunda de los últimos 40 años al menos, pues desde que hay cifras disponibles, a partir de 1980, el turismo internacional no reportaba un colapso de tal magnitud. Los sondeos del Inegi revelan que el país recibió un total de 24 millones 316 mil turistas internacionales el año pasado, un derrumbe histórico de 46% con relación a 2019. El 2021 no será mucho mejor pero sí tendrá una diferencia notable, la población mundial quedará inmunizada hacia finales de este año y, aquí lo destacado para México, es probable que para el otoño ya esté vacuna la población mayoritaria en Canadá y EU nuestros principales mercados emisores.

La pregunta es qué haremos para regresar a las grandes ligas del turismo una vez que la vacunación a nivel mundial sea una realidad y la gente pueda volver a viajar. La gente quiere viajar y la batalla por los turistas será despiadada porque todos los destinos se quieren recuperar en el menor tiempo posible. Un problema real para el país es que carece de dinero para la promoción, hay pocos recursos y así seguiremos hasta el final de la administración. Hay opciones digitales pero los otros países, nuestros competidores, también las tienen.

Los destinos ricos, de Quintana Roo, Baja California Sur y acaso Jalisco tienen fondos propios, pero la mayoría no tiene manera de competir, por lo que una vez más el ingenio nacional hará la diferencia. Habrá más y mejor turismo después de la pandemia, hay que estar listos desde ahora.