La vicepresidenta colombiana, Marta Lucía Ramírez, confirmó este domingo que más de 120 miembros del ejército venezolano desertaron tras los desórdenes del sábado en la frontera durante el proceso de entrega de ayuda humanitaria, una cifra que dobla los 60 anunciados el día anterior.

Entre los uniformados que han desertado de las filas hay miembros de la Guardia Nacional Bolivariana (GNB), Policía Nacional Bolivariana y Fuerzas Especiales (FAES). Concretamente, los militares desertores son 104, indicó el gobierno. De ellos, “96 han ingresado por diferentes puntos del departamento colombiano de Norte de Santander y 8 por el de Arauca”, indicó el despacho presidencial.

Entre tanto, opositores antichavistas empezaron a lanzar piedras a los miembros de la GNB agolpados en la frontera con Pacaraima, Brasil, y éstos respondieron con gases lacrimógenos, aunque no se reportaron heridos. En los cruces con Cúcuta, Colombia, también un centenar de manifestantes se enfrentó al ejército venezolano.

“TODAS LAS OPCIONES, ABIERTAS”. El presidente del parlamento venezolano, el líder opositor Juan Guaidó, tuiteó el sábado en la noche que deben “tener abiertas todas las opciones para lograr la liberación” del chavismo, lo que parecería avalar una hipotética intervención militar de EU. Además, un vocero de Guaidó aseguró a la CNN que sólo convocará a elecciones presidenciales, como le reclama Maduro, 30 días después de que el “usurpador” se marche.

Por su parte, el canciller estadunidense, Mike Pompeo, aseguró el domingo que los hechos acaecidos el sábado son propios de un “tirano enfermo”, en referencia a Maduro.

ENVENENADO. Además, este domingo se conoció que el diputado opositor Freddy Superlano, del mismo partido que Guaidó, Voluntad Popular, fue envenenado junto con su primo, Carlos Salinas, en Cúcuta. Salinas murió, y Superlano se recupera en el hospital. El régimen chavista afirma que fueron prostitutas quienes los envenenaron, para robarles, mientras hacían una orgía en un motel de Cúcuta.