DR. MARCELO EBRARD,

SECRETARIO DE RELACIONES EXTERIORES:

+No se debe pedir ni lo que arriesga

a la existencia de los interlocutores

Adolfo Suárez

Para el presidente Andrés Manuel López Obrador la relación de México con Estados Unidos “ahora es mejor” y “lo importante es entendernos y no pelear”. Pues va a estar difícil, Marcelo.

Para la vicepresidenta de EUA, Kamala Harris, resultará incomprensible, si no ser grosero, que horas antes de la entrevista virtual sostenida el 7 de mayo con AMLO, éste enviara una nota diplomática al gobierno estadounidense por lo que considerara “un acto de intervencionismo que viola nuestra soberanía (mexicana)”.

Resulta que el apoyo que transparentemente da la Agencia para el Desarrollo Internacional de EUA (USAID) a la organización Mexicanos Contra la Corrupción, lo considera un apoyo al “golpismo”. Nada más alejado de la realidad, pero sí de la paranoia y de la ignorancia que envuelve a nuestro presidente sobre lo que es la cooperación internacional a la sociedad civil organizada.

Si AMLO rechaza pelear, no hubiera concluido precipitadamente la cita con Harris para ir a supervisar Dos Bocas, conociendo la posición contraria a los hidrocarburos de la administración Biden. ¡Vaya desplante!, hubiera pensado dos veces antes de modificar radicalmente la política energética y presionar al Congreso para aprobar las leyes de hidrocarburos, que y de energía, que han provocado una multitud de amparos en México por las empresas de ambos países a las que les cambian las reglas del juego después de haber invertido miles de millones en México.

De hecho, el pasado 5 de mayo, el American Petroleum Institute (API) pidió formalmente la intervención del gobierno de EUA por los “esfuerzos continuos del gobierno de México para socavar el acuerdo T-MEC y discriminar a los inversionistas estadounidenses, en violación de varios de sus artículos”.

La queja no es menor. El API agrupa a las principales empresas del ramo y ya advirtió que será la “primera llamada” antes de iniciar demandas en tribunales internacionales. Tú sabes, Marcelo, que el caso lo perdería México, las sanciones económicas serían multimillonarias en dólares y que provocaría una salida de capitales del país no vista en décadas.

Hubo un comentario de la señora Harris que también tendrá consecuencias. Afirmó que EUA y México deben “combatir juntos la violencia y la corrupción”. ¿Cómo explicar la política de abrazos, no balazos hacia el crimen organizado y la falta de resultados? La penetración de los cárteles mexicanos y su variedad de drogas en EUA es cada día mayor; además, no ha parado el tráfico de armas, porque nuestras aduanas siguen siendo porosas, por decirlo de manera elegante.

Nadie en EUA se va a tragar el rollo de que en México ya no se permite la corrupción “porque AMLO lo dice…” Cosa de revisar la gran cantidad de contratos por asignación directa otorgados por esta administración.

Sé que no te escuchará Andrés Manuel, pero ya dejen de necear con el programa Sembrando Vida. Primero, los gobiernos de Honduras, Guatemala y El Salvador ni siquiera lo han solicitado. Segundo, los EUA piden indicadores y pruebas de efectividad de los programas, antes de soltar un dólar. Pues resulta que no existen. Y la idea de que se dé visa para EUA a los participantes del programa, eso sí que es una intromisión en la soberanía de nuestro vecino.

Como ves, Marcelo, hay muchos obstáculos en la relación bilateral. Pero el principal de todos es la obsecación y la ignorancia de nuestro presidente.

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