Opinión

¿Cómo podemos contribuir a reducir el impacto de padecer simultáneamente diabetes mellitus y tuberculosis?

¿Cómo podemos contribuir a reducir el impacto de padecer simultáneamente diabetes mellitus y tuberculosis?

¿Cómo podemos contribuir a reducir el impacto de padecer simultáneamente diabetes mellitus y tuberculosis?

La Crónica de Hoy / La Crónica de Hoy

Dr. Mario Alberto Flores Valdez1,

M. en C. Cristian Alfredo Segura Cerda2,

M. en C. Wendy López Romero3 y

Lic. Jesús Fuentes González4

La tuberculosis (TB) es una enfermedad que generalmente se transmite de persona a persona, cuando alguien que mantiene a la bacteria Mycobacterium tuberculosis dentro de sus pulmones, en una lesión que permite acceso a sus vías aéreas, expulsa tales bacterias al aire después de toser.

La bacteria causante de la TB aprovecha una serie de “debilidades” en nuestro sistema inmune (red de células, tejidos y órganos que trabajan juntos para proteger el cuerpo) para invadir a personas “susceptibles”, entre las se encuentran quienes padecen desnutrición, malnutrición, y enfermedades como el VIH/SIDA o la diabetes mellitus, ya que debilitan las defensas.

La diabetes es un padecimiento en el cual el azúcar (o glucosa) en la sangre se encuentra en un nivel elevado. Esto se debe a que el cuerpo no produce o no utiliza adecuadamente la insulina, una hormona que ayuda a que las células transformen la glucosa (que proviene de los alimentos) en energía.

En México anualmente se presentan cerca de 20 mil casos nuevos y 2 mil muertes a causa de la TB, principalmente en zonas marginadas, de escaso acceso a los servicios de salud, o aun en zonas urbanas con alta concentración de población en condiciones de hacinamiento. Por otro lado, de acuerdo con cifras publicadas por la Fundación Mexicana de Diabetes, A.C., en 2016 este padecimiento se ubicó como la segunda causa de muerte en nuestro país, presentándose entre 8 y 10 de cada 100 connacionales. La obesidad aparece como un factor predisponente a la diabetes en cerca del 70% de la población mexicana.

¿Qué pasa con mi salud y qué puedo hacer para reducir las complicaciones de padecer simultáneamente diabetes mellitus y tuberculosis? Una persona con diabetes tiene aproximadamente un 300% más posibilidad de contraer TB, comparada con una persona sin diabetes. Datos provenientes de diferentes países indican que 16 de cada 100 pacientes con TB, padecen a la vez diabetes; en el caso opuesto, 4 de cada 100 diabéticos tienen TB, aunque las cifras varían de país a país y en México incluso alcanzó la de 25 de cada 100 diabéticos con TB simultáneamente, en el noreste y sureste de la nación.

La presencia coincidente de ambos padecimientos incrementa el daño pulmonar, lo que impacta en la capacidad de respiración, reduce el éxito del tratamiento y a la par incrementa el número de casos resistentes a antibióticos, lo que conlleva prolongar la terapia, sumando más medicamentos. Estos factores resultan en una reducción en la calidad de vida de los pacientes, situación que derivó en la recomendación de la Organización Mundial de la Salud (OMS) de que todos los pacientes recién diagnosticados con TB sean examinados para definir si tienen también diabetes, y viceversa, realizar pruebas de detección de TB en todos los pacientes con diabetes de manera rutinaria. La toma correcta de medicamentos (dosis, tiempo indicado de tratamiento), el seguimiento para análisis de laboratorio (sangre, orina, esputo), así como la notificación de efectos adversos (vómito, diarrea, dolor intestinal, cambios en color de orina o saliva, cambios en el sabor al degustar alimentos, entre otros) al personal médico, sin duda mejoran la posibilidad de cura y de realizar ajustes para disminuir molestias en quien recibe el tratamiento.

¿Cómo reacciona nuestro cuerpo a la presencia simultánea de TB y diabetes? Actualmente, la TB se diagnostica por los médicos con base en la pérdida de peso, tos por más de dos semanas y fiebre, cambios pulmonares, entre otros signos y síntomas, y como confirmatorio suele realizarse una detección de bacterias en el esputo (una mezcla de saliva y mucosidad escupida desde las vías respiratorias) de las personas enfermas.

Por otro lado, la diabetes suele diagnosticarse por la medición de niveles de glucosa o hemoglobina glucosilada en sangre. En estudios recientes llevados a cabo en Japón, China y África se encontró que personas con niveles de glucosa en sangre mayores a 200 miligramos por decilitro (mg/dL) presentaron mayor riesgo de tener TB que aquellas con niveles de glucosa en sangre menores a 200 mg/dL, con hallazgos similares al medir hemoglobina glucosilada, es decir, valores que denotan una baja adhesión al manejo de la diabetes (llevar una alimentación alta en fibra, moderar el consumo de los alimentos con alto contenido calórico y de carbohidratos, realizar actividad física con regularidad, mantener un peso saludable, entre otros) coincidieron con mayor daño pulmonar.

Asimismo, en pacientes con niveles altos de hemoglobina glucosilada en sangre, parece tomar más tiempo la eliminación de Mycobacterium tuberculosis encontrada en las muestras de esputo, a pesar del tratamiento de antibióticos.

¿Qué aporta CIATEJ para buscar nuevas formas de detección de TB durante la diabetes y prevención de daños asociados? Recientemente fue posible discriminar si personas de Estados Unidos y Sudáfrica con TB padecían o no VIH/SIDA. Por ello, nos asociamos con Arizona State University para utilizar la misma estrategia, a fin de facilitar la detección temprana de TB en pacientes con diabetes, donde ya estamos por confirmar qué proteínas de Mycobacterium tuberculosis permiten detectar TB antes de que la persona muestre evidencias de la enfermedad, de tal suerte que se pudiera iniciar el tratamiento de manera más temprana; esto ha sido posible gracias al proyecto GACD265796.

Por otro lado, en conjunto con el grupo del doctor Rogelio Hernández Pando, del Instituto Nacional de Ciencias Medicas y Nutrición Salvador Zubirán, estamos evaluando en modelos de laboratorio que reproducen tanto la TB como la diabetes; la expectativa es reducir el daño pulmonar por que así podríamos contribuir a reducir la diseminación de la infección tuberculosa. Los resultados obtenidos a la fecha son alentadores y ameritan el seguimiento hasta llegar a estudios clínicos.

1 Investigador Titular C, CIATEJ, A.C.

2 Estudiante de Doctorado en Farmacología, Universidad de Guadalajara y CIATEJ, A.C.

3 Estudiante de Doctorado en Innovación Biotecnológica, CIATEJ, A.C.

4 Técnico Titular A, Oficina de Difusión y Divulgación, CIATEJ, A.C.

Biotecnología Médica y Farmacéutica, Centro de Investigación y Asistencia en Tecnología y diseño del Estado de Jalisco (CIATEJ) A.C., Guadalajara, Jalisco, México

Referencias:

http://fmdiabetes.org/estadisticas-en-mexico/

https://www.diabetesatlas.org

https://www.insp.mx/avisos/3652-diabetes-en-mexico.html

Penuelas-Urquides, K., Martinez-Rodriguez, H.G., Enciso-Moreno, J.A., Molina-Salinas, G.M., Silva-Ramirez, B., Padilla-Rivas, G.R., Vera-Cabrera, L., Torres-de-la-Cruz, V.M., Martinez-Martinez, Y.B., Ortega-Garcia, J.L., Garza-Trevino, E.N., Enciso-Moreno, L., Saucedo-Cardenas, O., Becerril-Montes, P., Said-Fernandez, S., 2014, Correlations between major risk factors and closely related Mycobacterium tuberculosis isolates grouped by three current enotyping procedures: a population-based study in northeast Mexico. Mem Inst Oswaldo Cruz

109, 814-819.

Ponce-De-Leon, A., Garcia-Garcia Md Mde, L., Garcia-Sancho, M.C., Gomez-Perez, F.J., Valdespino-Gomez, J.L., Olaiz-Fernandez, G., Rojas, R., Ferreyra-Reyes, L., Cano-Arellano, B., Bobadilla, M., Small, P.M., Sifuentes-Osornio, J., 2004, Tuberculosis and diabetes in southern Mexico. Diabetes Care 27, 1584-1590.