Hugo López Gatell, el amlista encargado de facto de la emergencia del COVID-19, muestra continuamente a la teleaudiencia nacional una curva de contagios. La curva, hasta ahora, asciende poco a poco. Nada que ver con los disparos hacia arriba que ya se dieron en Italia, EU y España; pero un rápido aumento de casos de contagio y pacientes a ser atendidos es previsible en nuestro país y de allí que se haya decidido traer al menos 10 mil ventiladores (respiradores o pulmones artificiales de las unidades de cuidados intensivos) que se sumarán a los 8 mil 500 que ya existían al interior de la infraestructura hospitalaria pública (número obtenido por Crónica a partir de informes de la Secretaría de Salud, IMSS e ISSSTE).

Sin que el dato sea preciso, pues se desconoce el número de ventiladores descompuestos, México tendría un número por encima de las 15 mil camas con capacidad de atención para casos de COVID-19. Y si la cifra parece muy alta, debe recordarse que esas camas atienden igualmente a pacientes de otros padecimientos y que además el Coronavirus puede concentrarse en unas pocas regiones dejando libre de su impacto a otras, así que tener muchos ventiladores no es suficiente, pues hay que tenerlos en donde hace falta.

En Italia, con la mitad de la población de nuestro país, las 5 mil 200 camas de cuidados intensivos resultaron insuficientes por las razones descritas.

Para evitar esta situación, el presidente López Obrador dio vía libre a la Secretaría de Salud, mediante un decreto, para la adquisición de equipos. Ya hay 5 mil ventiladores chinos comprados y un pedido nuevo por la misma cantidad que incluso se pagó con anticipos.

“Si se necesitan ventiladores, se consiguen como se adquirieron en China, que nos pidieron pago por adelantado, se dio el dinero y vengan los ventiladores; de lo contrario tendría que mandarse la licitación, pero antes pasarían por dos o tres instancias y es un proceso que lleva un mes y eso no”, dijo el presidente.

López Obrador explicó que el titular de la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE), Marcelo Ebrard, y todo el personal de la dependencia, incluyendo embajadas y consulados estarán involucrados y trabajando para conseguir los equipos médicos que sean necesarios.

Asimismo, el mandatario refirió que la industria militar está elaborando trajes especiales para los médicos y enfermeras que atiendan a los enfermos de COVID-19. El presidente también destacó que por lo pronto se mantiene en fase de inicio el Plan DN-III-E y el Plan Marina de las Fuerzas Armadas. “Adicionalmente se está previendo que se puedan contar con más instalaciones, más médicos, más especialistas, y ya se está trabajando en tener operando 17 nuevos hospitales solo para esta emergencia”, puntualizó.

Sedena está realizando una intensa campaña para que personal médico y administrativo hospitalario se sume a sus filas y operar los 17 hospitales nuevos.

Por lo pronto, México tendrá una cantidad notables de respiradores. Y se está aún en espera del golpe más fuerte del COVID-19.