La comunidad internacional pidió hoy a Turquía poner fin a su operación militar contra las milicias kurdas en el noreste de Siria y retirar sus tropas desplegadas en el país vecino, ya que ello amenaza a la seguridad y la paz en la región y socava los esfuerzos en la lucha contra el yihadista Estado Islámico (EI).

El presidente francés, Emmanuel Macron, condenó la ofensiva turca en Siria y llamó a Ankara a detenerla de inmediato o de lo contrario se arriesga a impulsar a los extremistas yihadistas, informó la cadena de televisión francesa BMFTV.

“Esto corre el riesgo de ayudar al EI a reconstruir su califato. Esta es la responsabilidad que está asumiendo Turquía”, dijo a la prensa en la ciudad francesa de Lyon.

La ofensiva turca debe cesar porque es peligrosa para la seguridad de los kurdos y propicia el resurgimiento del EI, al que enfrentamos desde hace cinco años, advirtió, por su parte, la ministra francesa de Defensa, Florence Parly, a través de su cuenta de Twitter.

En el mismo sentido se pronunció el canciller francés, Jean-Yves Le Drian, al señalar que la "operación unilateral" de Ankara "pone en duda los esfuerzos de seguridad y humanitarios de la coalición internacional contra el EI y amenaza con dañar la seguridad de los europeos".

Italia, por medio de su Ministerio de Relaciones Exteriores, también pidió el fin inmediato de la operación turca en el noreste de Siria y convocó al embajador turco en Roma para dar una explicación al respecto.

El primer ministro en funciones de Israel, Benjamín Netanyahu, se sumó a la condena internacional, al alertar sobre una posible "limpieza étnica" de los kurdos por parte de Turquía y sus aliados, por lo que ofreció apoyo humanitario al pueblo kurdo.

Israel "está preparado para prestar asistencia humanitaria al valiente pueblo kurdo", dijo Netanyahu sin especificar qué tipo de ayuda ofrece.

Irán, enemigo de Israel, también exhortó este jueves a Turquía a cesar "inmediatamente" sus ataques contra las milicias kurdas en el noreste de Siria y a retirar sus tropas del país árabe.

En un comunicado, el canciller iraní, Mohamed Yavad Zarif, consideró que cualquier actividad militar en Siria abrirá el camino para que se produzcan daños materiales y riesgo para la seguridad de los civiles.

Por su parte, el presidente ruso, Vladimir Putin, llamó a homólogo turco, Recep Tayyip Erdogan, a “reflexionar sobre la situación a fin de evitar minar los esfuerzos comunes para resolver la crisis siria”.

El presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, también llamó la víspera a Turquía a detener su operación en curso en Siria ya que, a su juicio, "no está llevando a buenos resultados".

El primer ministro australiano, Scott Morrison, advirtió sobre un posible resurgimiento del grupo yihadista a raíz de la ofensiva turca, que seguramente causará una crisis humanitaria.

Reino Unido, Dinamarca, Holanda, Alemania y Suecia se han unido a la petición para que Turquía “frene la operación” que “desestabiliza la región” y “sabotea los esfuerzos internacionales contra el EI.

Turquía lanzó ayer miércoles su denominada “Operación Primavera de Paz” contra las milicias kurdas en el noreste de Siria con el objetivo de crear un corredor de seguridad y alojar allí a los refugiados que de momento se encuentran en territorio turco.