Academia

Conabio, al borde de desaparecer

La nueva estructura administrativa de la Comisión la volvería un desconcentrado con lo que perdería su patrimonio y autonomía, alerta Jorge Soberón. La institución funcionó a lo largo de 28 años mediante su fideicomiso

La nueva estructura administrativa de la Comisión la volvería un desconcentrado con lo que perdería su patrimonio y autonomía, alerta Jorge Soberón. La institución funcionó a lo largo de 28 años mediante su fideicomiso

Conabio, al borde de desaparecer

Conabio, al borde de desaparecer

La Crónica de Hoy / La Crónica de Hoy

La mañana de ayer, un post en redes sociales sacudió el medio académico, principalmente el dedicado a los temas medioambientales. El tema creció y se difundió a tal punto que la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) publicó un comunicado al respecto.

“Amigos y colegas. Sólo para informales que la nueva administración de México decidió destruir Conabio, la agencia de biodiversidad mexicana. Victor Toledo, ministro de Medio Ambiente, decidió desmontar las características que han permitido a Conabio trabajar por casi 30 años…”.

Ésa era la entrada que escribió Jorge Soberón, ex director ejecutivo de la Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad (Conabio), la cual causó la reacción de la Semarnat en un comunicado firmado por el mismo Toledo.

En éste, afirma que la noticia es falsa y difama a su vez al titular de la dependencia. Agrega que “es del conocimiento público que la Conabio arrastra una situación anómala o excepcional dentro de la Administración Pública Federal, la cual fue detectada desde 2013 por una fiscalización de la ASF, misma que en un documento de 23 páginas recomendó la inmediata transición de la Conabio de comisión intersecretarial a organismo público descentralizado, instrucción que nunca fue atendida”.

Añade que para “normalizar” esta situación las instituciones han llevado a cabo reuniones de trabajo y llegado a acuerdos como: a) La transformación de la Conabio de comisión intersecretarial a organismo público desconcentrado o descentralizado; b) La supresión del Fideicomiso Privado-Público que la Conabio utilizó durante 27 años, y que a la fecha suma 827.2 millones de pesos, dado que hoy es un instrumento improcedente para la nueva política de austeridad promovida por el Presidente de México (…)”.

Y finaliza con un llamado hacia el propio coordinador nacional de la Conabio, José Sarukhán: “Hago un llamado para que en un acto de honorabilidad y responsabilidad, dé fe ante la opinión pública de los anteriores acuerdos, contribuyendo a desactivar la perversa campaña de difamaciones y mentiras”.

El cisma se explica groso modo en una dicotomía infranqueable: Conabio se convertirá en una organización “desconcentrada”, con la que pierde su estructura, o una “descentralizada”, que conserva algo de ésta.

Por otra parte, Soberón puso en línea una petición en la plataforma change.org que expone la conveniencia de mantener a Conabio como institución independiente para mantener su funcionalidad, donde además explica su importancia para el pueblo de México y su reconocimiento internacional. En tan sólo un día alcanzó más de 15 mil firmas.

NUEVA ESTRUCTURA. En entrevista, Soberón explica los motivos por los cuales ha encendido la mecha de este debate y adelanta que Conabio podría hacer pública su posición en cualquier momento. Los siguientes comentarios, añade, son a título personal y sin pertenecer a la organización, que dirigió por 13 años.

“Conabio es una institución curiosa que los gobiernos federales han mantenido porque funcionaba bien; es una comisión intersecretarial que tiene un fideicomiso privado, mediante el cual hace las funciones dictadas por la parte gubernamental. Esto es, tiene fondos provenientes de manera mixta, del gobierno federal mexicano a través del presupuesto y de fondos y fundaciones nacionales e internacionales”. Este fideicomiso, añade, es transparente y se puede revisar de forma sencilla a través de la página web de la comisión.

“El nuevo gobierno decidió, legítimamente, que ya no habrá comisiones intersecretariales ni fideicomisos privados. Entonces, ¿qué pasará con la Conabio? Las dos alternativas en la ley orgánica de la administración pública es 1, convertirla en un organismo administrativo desconcentrado que no tiene personalidad jurídica ni independencia ni patrimonio; la otra opción es convertirla en un órgano descentralizado, que sí tiene patrimonio y personalidad jurídica propia”.

Al igual que el comunicado de Semarnat, Soberón señala que Conabio se ha reunido con la secretaria, donde ha negociado mantener el estatus de descentralizada y mantener su  patrimonio y fideicomiso, que incluye equipo como las antenas satelitales con las que se monitorean incendios forestales. “Había un acuerdo y para Conabio era la mejor opción, de lo perdido lo que aparezca…”. Hasta aquí, Toledo y Soberón concuerdan en sus comunicaciones; sin embargo…

“Esta semana hubo una reunión —a la que no asistí ni de la que he visto documento alguno, pero confío ciegamente en las personas que me lo platicaron—, donde se dijo que Conabio no sería descentralizado y debía ser un desconcentrado, sólo así Conabio recibiría su presupuesto para terminar el ejercicio presupuestal de 2019. Es por esto que he alzado la voz y realizado la petición en change.org”.

Por otra parte, en un mensaje difundido en las redes, José Sarukhán confirma lo anterior y escribe “Yo encuentro esta situación inaceptable e imposible. Estoy tratando de encontrar alguna salida que sea más aceptable y adecuada para reconocer el trabajo de todos por 28 años para beneficio del país y de su gente”.

Conabio no desaparecerá, en eso también pueden estar de acuerdo Toledo y Soberón, sin embargo, este cambio en su estructura “la empuja de manera muy poco noble para que deje de funcionar”, dice el profesor distinguido y científico principal del Instituto de Biodiversidad de la Universidad de Kansas. “Está bien hacer cambios, es legítimo, pero no hay razón para hacer tonterías (…) Será el principio del fin, se acabará el trabajo que hizo a lo largo de un cuarto de siglo y que es resultado del trabajo colectivo de cientos de científicos mexicanos a lo largo de este tiempo”.

Semarnat está a tiempo de recapacitar, señala, de lo contrario, y con una Conabio disminuida, el país perderá. “Tendremos problemas para el monitoreo de ecosistemas, en el monitoreo de incendios forestales, de la integridad ambiental y de funcionamiento de los mares; además tendremos problemas para evaluar estudios de impacto ambiental…, Perderíamos eso y más, medio gratis, ¿a cambio de qué? De nada, es un capricho”.