Distintas encuestas a pie de urna publicadas al finalizar ayer la séptima y última fase de las elecciones generales en India insinúan una victoria del nacionalista hindú BJP, del primer ministro indio Narendra Modi.

Si bien los resultados no se darán a conocer hasta el 23 de mayo y en ocasiones anteriores este tipo de sondeos han fallado a la hora de adelantar el escenario político para los siguientes cinco años, la mayoría parecen coincidir en una holgada victoria para el BJP, al que le atribuyen entre 287 y 306 de los 543 escaños en juego. La coalición opositora liderada por el Partido del Congreso, de los Nehru-Gandhi habría logrado 128 escaños. Los comicios en la mayor democracia del mundo —900 millones de votantes— se realizaron en siete fases entre el 11 de abril y ayer mismo, una última jornada en las que estaban convocados 100 millones de votantes indios; se registró un 61% de participación para escoger a 59 de los 543 escaños del Parlamento.

Modi amaneció ayer en una cueva del estado norteño de Uttarakhand, en la que pasó la noche meditando envuelto en un ropaje naranja hinduista. (En la imagen, mujer con la uña pintada de su dedo índice, donde dice la ley antifraude electoral india que se debe marcar).