Opinión

Cuadernos de Ciencia Ficción. Conocimiento Multipolar

Cuadernos de Ciencia Ficción. Conocimiento Multipolar

Cuadernos de Ciencia Ficción. Conocimiento Multipolar

La Crónica de Hoy / La Crónica de Hoy

La mitad de los mexicanos no saben de qué país se independizó México; 13% de la población cree que fue de Estados Unidos (Parametría - 2015). Uno de nuestros retos como mexicanos es generar canales para que se democratice el conocimiento, sumar esfuerzos para mejorar nuestra oferta educativa y coordinar a los diferentes actores para alimentar un ecosistema de conocimiento inclusivo. Nuestra contribución como ciudadanos  para cerrar la brecha de acceso al conocimiento es vital; en un mundo que cambia vertiginosamente, para entendernos, necesitamos generar conocimiento colectivo, ya no solo bipolar (polarizadosino multipolar).  ¿Qué podemos hacer al respecto?

El marco de los ecosistemas de conocimiento en las democracias constitucionales han sido las instituciones de conocimiento tanto públicas como privadas.  Entre ellas se encuentran las universidades, la prensa y organismos de investigación que se dedican a reunir y evaluar, datos sobre nuestro entorno -lo más científicos y objetivos posible-, según sus criterios,  generar conocimiento. (Harvard Law Review).  Sin embargo, el conocimiento pareciera tener un alcance limitado y luego de décadas de perfeccionar dichas instituciones, parece que seguimos sin entendernos. Nos entendemos menos ahora ya que vivimos en burbujas;  burbujas virtuales, burbujas mediáticas, burbujas académicas. Por ejemplo, la burbuja en Facebook, la cual es creada por un algoritmo que te encierra en tu propia afinidad, impide que lleguen a tu muro puntos de vista contrarios al tuyo. Vimos lo peligroso de esta burbuja en la elección americana del 2016. Se han creado tantas burbujas que es escaso el acceso al conocimiento y al análisis.

Una de las lecciones para el resto del mundo de Brexit es que los gobiernos no se dan abasto para poder comunicar eficientemente a la ciudadanía. Desde 1996, la UNESCO declaraba: “Nuestro siglo ha sido tan sólido y furioso como el progreso económico y social, progreso que, en cualquier caso, no se ha compartido por igual. En los albores de un nuevo siglo cuya perspectiva evoca angustia y esperanza, es esencial que todas las personas con un sentido de responsabilidad dirijan su atención tanto a los objetivos como a los medios de educación...si bien la educación es un proceso continuo para mejorar el conocimiento y las habilidades, también es, quizás principalmente, un medio excepcional para lograr el desarrollo personal y construir relaciones entre individuos, grupos y naciones.”

¿Cómo podemos contribuir como ciudadanos? Desde hace un par de décadas  el concepto de “sociedad del conocimiento” se ha ido formando y fortaleciendo. Sharing democracy/ sharing economy /learning society. Consideremos esta definición; “La sociedad del aprendizaje puede definirse como un entorno en el que la pluralidad de actores contribuye a la construcción del conocimiento compartido desde una perspectiva continua y de procedimiento, ya sea individual o colectiva, y en todas las áreas de la sociedad (Fabela 2005). Para romper las burbujas y ampliar nuestro ecosistema de conocimiento en estos tiempos movedizos, las nuevas plataformas digitales se abren como canales de información y distribución de contenidos que nos permiten nutrir nuestro ecosistema de conocimiento mexicano con otras fuentes, tales como el concimiento generado por la sociedad civil, la industria privada, entre otros actores. Abrirnos a un ecosistema multipolar de conocimiento.

Como ejemplo dentro de la industria privada que toma en sus manos la facultad de proporcionar conocimiento,  en julio de 2019, Amazon anunció que estaba invirtiendo $ 700 millones  en la educación de 100,000 empleados  (7,000 USD por persona). La academia también ofrece ejemplos como el de Coursera, plataforma que tiene una oferta de cursos gratuitos que permite democratizar el acceso a la educación. El reto es no solo democratizar el acceso a la educación sino, además, viralizar el conocimiento adaptando los contenidos y formatos para que sean entendidos y digeridos por todo público. También adaptarlos a formatos accesibles para la mayor cantidad posible de canales de distribución. Como los smartphones.

Cuadernos de Ciencia Ficción. La evidencia ha mostrado que aunque  la tecnología tiende a terminar con la brecha digital, no ha logrado terminar con la brecha del conocimiento (MIT, Mishra)  Sin caer en la “educomunicación” o “media educación” de los años 80s, que dio lugar a la televisión educativa europea, imaginemos un país, Moyokoyani, en el 2040, en el que hay un compromiso por todos los actores del ecosistema de conocimiento por compartir su información y traducirla en contenidos que todos puedan entender. ¿Cómo se vería esto? Los distintos actores del ecosistema del conocimiento - la sociedad civil, industria privada, academia, etc.-  generarían y distribuirían por todos los medios posibles contenidos digeribles y viralizables, alimentando una “sociedad del conocimiento” abierta para todos.