La Corte Suprema de Estados Unidos anunció este viernes que aceptó estudiar y posicionarse sobre la polémica ley antiaborto aprobada por la mayoría legislativa republicana de Lousiana antes de verano.

La decisión del tribunal colocará el controvertido asunto del aborto en medio de la campaña presidencial de 2020, ya que se espera un veredicto para el próximo junio.

Esto es especialmente relevante porque el alto tribunal podría ir más allá de la ley de Lousiana y fallar contra el derecho al aborto de manera general en Estados Unidos, revirtiendo de manera efectiva la sentencia del caso Roe vs. Wade, que en 1973 legalizó el aborto en el país.

La cuestión de la legalidad de la interrupción del embarazo en EU ha llegado al Supremo en varias ocasiones —la última, en 2016—, y hasta ahora sus nueve magistrados han optado siempre por respetar el fallo de Roe vs. Wade.

Sin embargo, las cosas pueden ser distintas ahora, después de que el presidente Donald Trump lograra nombrar a dos jueces conservadores —Neil Gorsuch en 2017 y Brett Kavanaugh en 2018— para reemplazar a magistrados algo menos escorados hacia la derecha. Especialmente Anthony Kennedy, un moderado que a menudo decidía votaciones igualadas, quien se retiró el año pasado.

La ley aprobada en Louisana impone condiciones especialmente estrictas a las clínicas para poder practicar abortos, equiparables a las de un hospital, como contar con equipos muy costosos o pasillos muy anchos. En la práctica, estas exigencias habilitan a una sola clínica en todo el estado.