Cultura

Costalegre narra la historia de la comuna de artistas surrealistas en NY

La escritora Courtney Maum propone una historia alternativa a las vivencias que Peggy Guggenheim y su hija Pegeen vivieron en Nueva York de 1937, cuando la coleccionista de arte estadunidense refugió a un selecto grupo de artistas surrealistas que huyeron de Europa previo al estallido de la Segunda Guerra Mundial.

Costalegre narra la historia de la comuna de artistas surrealistas en NY

Costalegre narra la historia de la comuna de artistas surrealistas en NY

La Crónica de Hoy / La Crónica de Hoy

En el libro Costalegre, la escritora Courtney Maum propone una historia alternativa a las vivencias que Peggy Guggenheim y su hija Pegeen vivieron en Nueva York de 1937, cuando la coleccionista de arte estadunidense refugió a un selecto grupo de artistas surrealistas que huyeron de Europa previo al estallido de la Segunda Guerra Mundial.

Esta novela protagonizada por Leonora Calaway y su hija de 15 años, Lara, se desarrolla en una casa ubicada en una costa de Jalisco. En entrevista, la autora explicó que el trasladar la ubicación de la residencia donde vivieron artistas como Leonora Carrington, Djuna Barnés, André Bretón y Ferdinand Cheval, entre otros, se debe a la importancia que tiene México en el surrealismo.

“En la vida real todo pasó en NY, pero México tiene una historia muy importante, poderosa y bella de arte surrealista. Además, la flora, la fauna y el mar Costa Careyes me permitían lograr una atmósfera cerrada, misteriosa y llena de dificultades, ya que, por ejemplo, el pacífico en Costalegre es tan peligroso que no se puede nadar”.

Los días en Costalegre se narran a partir del diario de Lara, una adolescente privilegiada que quería ser artista, pero que padece las excentricidades de sus inquilinos, así como la indiferencia de su madre. Maum destacó que este diario es un acercamiento a la vida de Pegeen ya que en existe muy poca información acerca de ella por ser mujer y vivir a la sombra de artistas con tanto renombre.

“Busqué sobre ella y no encontré gran cosa, considero que se debe a que, especialmente en la industria del arte, las mujeres no tenemos ni mucho poder ni reconocimiento y apenas las actuales generaciones vamos marcando el cambio. De Peggy Guggenheim empezamos a hablar hace 10 años con la película Adictos al arte, pero nadie sabía que Pegeen existía”.