Bienestar

Crisis de angustia: horror invernal

Para algunas personas, las condiciones climáticas, sociales y económicas de fin de año son poco favorables e incluso hasta riesgosas, ya que conforme cae la noche se comienzan a presentar los espectros de la nostalgia, el pesimismo y la melancolía, dando pie a alteraciones como insomnio, sudoración y dificultad para respirar, entre otros. #HazTerapia

Para algunas personas, las condiciones climáticas, sociales y económicas de fin de año son poco favorables e incluso hasta riesgosas, ya que conforme cae la noche se comienzan a presentar los espectros de la nostalgia, el pesimismo y la melancolía, dando pie a alteraciones como insomnio, sudoración y dificultad para respirar, entre otros. #HazTerapia

Crisis de angustia: horror invernal

Crisis de angustia: horror invernal

La Crónica de Hoy / La Crónica de Hoy

Quienes son víctimas de las crisis de angustia podrán contar la manera en la que lenta y sigilosamente queda su voluntad, razón y sentidos a merced de esta emoción adversa, que pese a hacer eterna e insufrible la noche, al despertar todo desparece sin dejar rastro o recuerdo alguno.

Por lo general la crisis no es espontánea, se va estructurando a lo largo del día con la sumatoria de eventos y pensamientos: pendientes económicos, conflictos en la relación de pareja y/o familiares, frustración laboral y/o profesional, entre algunos ejemplos.

Sin darse cuenta en qué momento ocurrió, se reseca la boca de las víctimas de las crisis de angustia, esto a la par de palpitaciones agitadas, que cada vez son más frecuentes y que agudizan pensamientos catastróficos sin fundamento real alguno.

La madrugada entra de lleno y la crisis se desborda, los dedos cambian una y otra vez  las pantallas de las redes sociales en el celular y las imágenes, lejos de mitigar la angustia, provocan un sentimiento más profundo de vacío y soledad. ¿A quién recurrir? ¿Dónde llamar?

A las 03:00 horas será difícil que alguien conteste un mensaje o una llamada para contener una crisis de angustia, ya que por lo general los contactos de las redes sociales tienen identificadas a las personas a quienes cada noche se les acaba el mundo, por lo que la petición de ayuda pasa de largo sin ser atendida. Al ser la madrugada un horario no hábil, no están disponibles las instituciones y organizaciones que se encargan de apoyar a las personas que experimentan crisis de angustia, por lo que las preguntas de inicio retornan a sus mentes atormentadas: ¿a quién recurrir? ¿Dónde llamar?

A través de internet quizá se pueda encontrar el contacto de un terapeuta desvelado que esté disponible para atender y contener la crisis de angustia durante las madrugadas. Aunque esto era más frecuente en la antigüedad, todavía hoy día hay algunas personas que se acompañan con la radio durante la noche. “Si no existe o no satisface ninguna de estas alternativas, la persona angustiada se tiene así misma para controlarse y esperar a que amanezca”, comenta la psicoterapeuta Mónica Herranz, de la organización Psyca, Psicología Clínica Aplicada.

“Casi siempre son personas que se sienten solas y que en horarios no hábiles es difícil que se puedan acompañar, por eso es importante que durante las crisis se den cuenta si realmente no hay nadie con ellas, o si esto es sólo un producto de su pensamiento”, explicó la terapeuta.

Bajo cualquiera de las dos circunstancias, el objetivo es que las personas con crisis de angustia o cualquier otro trastorno de la ansiedad, cuenten con técnicas y herramientas para superar la noche y, así, al amanecer puedan acudir a alguna institución que las apoye.

Guía de autoayuda, una sugerencia. Haciendo la aclaración de que cada cabeza es un mundo y que por ende todas las personas responden de manera distinta, la psicoterapeuta Herranz recomendó a las personas que constantemente padecen de crisis de angustia, que aprendan a identificar los síntomas que anuncian su llegada; por ejemplo: sudoración, taquicardia, respiración agitada, entre otros.

“En ocasiones, junto con estos síntomas también puedo sentir que estoy enloqueciendo. Si veo que esto ocurre, entonces debo hacer un alto y comenzar a respirar de manera lenta, de manera mecánica y ordenada debo inhalar y exhalar”, indica la terapeuta.

Aunque esto puede parecer muy esencial y básico, durante una crisis de angustia es complicado que la persona pueda controlar la tormenta emocional para inhalar y exhalar contando del uno al ocho y luego del ocho al uno. “Las personas que entran estados perturbadores sienten asfixia, entonces si hacen consciente la inhalación y la exhalación, se darán cuenta de que el aire entra por las fosas nasales, que llena los pulmones y se convencerán de que están respirando.

Por otra parte, si el nerviosismo hace sentir que se pierde la cordura, entonces lo recomendable es nombrar los objetos que se encuentran cerca de la persona en crisis, así se percatará del presente y del principio de realidad, con lo que se tendrá certeza y tranquilidad.

Durante la crisis las personas se atormentan con muchos pensamientos, algunos surgen de circunstancias o hechos reales y otros son meramente imaginarios o por suposiciones. Sin importar cuál sea la raíz de estos juicios, la psicóloga Mónica Herranza recomendó escribir cada una de estas ideas. “No es solamente la actividad de escribir para pasar el tiempo y relajarse, es anotar el material con el que se podrá trabajar al otro día y así se desvanecerán estas ideas”.

De igual forma sugirió actividades como colorear mandalas o tejer, ya que esto obliga centrar la atención en patrones específicos. En el caso del dibujo, las personas deben concentrarse en las formas y la precisión de los trazos. Con el estambre y los ganchos, quienes tejen deben estar contando, con lo que logran la relajación.

Si la crisis es muy devastadora y la persona cree necesitar tabaco, alcohol u otras drogas, lo que sugiere la terapeuta Mónica Herranz es refrescarse la boca con agua y/o, en la medida de lo necesario, probar sabores intensos como caramelos mentolados o quizá picantes, esto a fin de disuadir esa necesidad por el consumo de sustancias.