Metrópoli

Crónicas COVID: La Nueva Santa María es noctámbula

Por los rincones de la ciudad, la vida se recupera. Los hábitos, muchos de ellos extrañables y entrañables, empiezan a aparecer, aunque sea de noche

Crónicas COVID: La Nueva Santa María es noctámbula

Crónicas COVID: La Nueva Santa María es noctámbula

La Crónica de Hoy / La Crónica de Hoy

La Nueva Santa María ha sacado a flote una memoria prehistórica de los mamíferos, ha optado por vivir de noche y huir así del peligro latente. Trabaja, se mueve de día, pero es en la noche cuando realmente la vida comunitaria reaparece. La memoria mamiferoide indica que el bicho que hoy nos acosa de día, como los dinosaurios hace millones de años, debe ser ciego y nos nos verá correr, convivir, pasear al perro o incluso bailar y cantar.

El Parque Revolución recibe a los visitantes con los sonidos de una gayta e infinidad de vecinos circulan sobre sus empedrados, lo mismo que en las banquetas cercanas, donde más representativo son las tres megaheladerías, apenas unos metros separadas unas de otras, que increíblemente parecen no darse abasto para atender a los clientes. Una lugareña teoriza que se trata de una antigua tradición popular local, que los que han llegado en la última década, como ella, no entienden del todo.

Niños lo suficientemente pequeños para presuponer que el confinamiento abarca más de 60 por ciento de sus vidas (y 100 por ciento de su vida bípeda), se encuentran entre sí en los juegos de plástico y metal iluminados por las luminarias de restaurancitos que lucen felices. Luce feliz el hombre de la cocina que se esmera en unos espaguetis, luce feliz el comensal que espera, cerveza en mano, su comida y la felicidad se expande al viene-viene. Todos han recuperado algo o mucho en estos últimos días en que la bestia diminuta parece haber aplacado su propia hambre.

En el borde del parque, ajenos al peligro, otro tipo de apetito es saciado, a besos, por una pareja que rompe la sana distancia. La Nueva Santa María, de noche, prepara la llegada de nuevas generaciones de esta especie de mamíferos que hoy en día gobiernan el planeta, aun cuando un recién llegado les amenace de muerte con un macabro ataque a sus pulmones.

Es de noche y la Nueva Santa María vive.