Opinión

Cuadernos de Ciencia Ficción

Cuadernos de Ciencia Ficción

Cuadernos de Ciencia Ficción

La Crónica de Hoy / La Crónica de Hoy
Confianza y Acción Colectiva

3,413 millones de pesos fueron recaudados tanto nacional como internacionalmente durante el sismo del 2017 según el Instituto Belisario Domínguez. Miles de personas salieron a las calles sin descansar, a veces sin dormir o comer, con la meta común de ayudarse los unos a los otros al margen de una crisis que conmovió a todo el país. En México, contamos con un enorme capital social en forma de fraternidad. Paradójicamente, según el World Values Survey, únicamente el 12% de los mexicanos responden que “la mayoría de las personas son confiables” o “que se puede tener confianza en la mayoría de las personas”. En lo que se refiere a las instituciones, según la encuesta Mitofsky 2018, únicamente las Universidades, la  Iglesia y el Ejército son percibidas en la categoría de “alta” confianza. A pesar de la gran fraternidad que demostramos como sociedad frente a la urgencia, la confianza en nuestro entorno y nuestro futuro es escasa. ¿Cómo aprovechar el gran capital social de la fraternidad, que se manifiesta a través de las redes, para reforzar nuestra confianza? ¿Qué podemos hacer como ciudadanos? Una vía es la promoción de grupos ciudadanos de acción colectiva.

Nos enfrentamos a una necesidad de cambio sistémico; la crisis de confianza, puede ser observada a nivel global. En Estados Unidos, un estudio llevado a cabo por el General Social Survey ha recopilado información sobre actitudes de confianza desde 1972, sus resultados indican que hoy las personas tienen menos confianza entre ellas, de lo que se tenían hace 40 años. En Europa, los ciudadanos tienden a confiar más en la policía que en sus congéneres (Our World in Data, Ortiz-Espina). A nivel institucional, la pérdida de confianza es también un fenómeno global que ha incrementado brutalmente desde la crisis financiera del 2009.  La pérdida de confianza resulta en una menor probabilidad de que los ciudadanos cumplan con leyes y regulaciones, paguen sus impuestos, contribuyan a la innovación económica o sean tolerantes con otros puntos de vista (Khanna). Sin confianza aumentamos el riesgo de caos y conflictos.

La baja votación para el Brexit en el 2016, en el que un 60% de los jóvenes ingleses no se presentó a votar por su futuro, puede ser citada como una consecuencia de esta pérdida de confianza. Según la encuesta global sobre Millennials de Deloitte 2019, los millennials consideran que el grupo “líderes políticos” es el que “menos probablemente” ha tenido un impacto positivo en su vida.

En México, el apoyo y confianza en nuestras organizaciones de la sociedad civil es muy importante para fomentar el bienestar. Los resultados arrojados por el Trust Barometer 2019 señalan que 72% de los mexicanos tiene su confianza depositada en las instituciones no gubernamentales. Sin embargo, según Give.org, hay una tendencia a la baja en la confianza en las organizaciones de la sociedad civil.

La acción colectiva es un excelente promotor de capital social y, por ende, de confianza, pues se basa en redes de individuos dispuestos a participar activamente para mejorar su entorno, individuos que se empoderan colectivamente al tomar en sus manos un aspecto de su medio y transformarlo. Las redes ciudadanas adquieren, en este sentido, un enorme valor: unir a personas similares y tender puentes entre personas diversas, con normas de reciprocidad (Social Capital Research).  Esto es lo que pasó el 19s en México.

Los ciudadanos podemos, y debemos, contribuir al mejoramiento de nuestra sociedad generando confianza en nuestro ambiente pero, por lo general, no sabemos cómo hacerlo.  Existen experiencias interesantes que pueden ayudarnos a encontrar caminos en este sentido. Cito a continuación tres iniciativas internacionales actuales que han dado buenos resultados, y un ejemplo de lo que la historia nos muestra.

La primera es la “Red de Participación Pública” (Public Participation Network), instaurada en el condado de Carlow, Irlanda. Una de sus metas es demostrar que el cambio es posible a partir de la participación pública generando, así, confianza. La red reúne a organizaciones comunitarias locales en una estructura independiente. Los miembros de PPN (por sus siglas en inglés) tienen la oportunidad de establecer contactos, comunicarse y compartir información que conduzca a la participación en la toma de decisiones locales y a la acción colectiva.

La segunda es “Empujando Juntos”, en España. Este proyecto, diseñado por el Laboratorio de Inteligencia Colectiva MediaLab-Prado, aborda el reto de la deliberación colectiva mediante la construcción de una webapp basada en software libre, que facilita procesos de discusión. El proyecto ofrece instrumentos de acción colectiva a los grupos formados como notificaciones y creación de eventos compartidos.

La tercera es en el norte de Uganda donde se reúnen diariamente grupos de gente común, lejos de la mirada de quienes están en el poder, para discutir libremente con sus amigos y familiares la legitimidad, el potencial y el poder de sus preocupaciones (Participedia).

Históricamente, el “milagro asiático” es un ejemplo perfecto. Según Kishore Mahbubani, profesor de la Universidad de Singapur, en pocos años se produjo al mismo tiempo un fenómeno económico que sacó a millones de la pobreza y un enorme aumento en la confianza social. Esta dinámica virtuosa es producto de la confianza colectiva, fomentada a través de acciones concretas que invitaron a la población a pensar que “mañana será un mejor día que hoy” incentivando una fuerte confianza cultural, es decir, incentivando la certeza en cada ciudadano de que su comunidad puede mejorar.

En México podemos y debemos enfrentar las crisis de nuestro tiempo uniendo fuerza y esfuerzo.  Recordemos aquí, una vez más, la enorme acción colectiva que presenciamos el 19s; recordemos esta muestra de fraternidad que llenó las primeras planas de diarios nacionales y extranjeros, y que conmovió el corazón de todos los mexicanos. Esta es nuestra fuerza; ¿Cómo recuperamos nuestra confianza para unir nuestro esfuerzo y mejorar el país?

Cuadernos de Ciencia Ficción. Imaginemos un país, Moyokoyani, en el 2040, donde abundan las instituciones de acción colectiva en las que los ciudadanos confían.

¿Cómo se vería esto? Como punto de partida, podría ser la creación de instituciones que profesionalicen el voluntariado de manera a impulsar la acción colectiva al tiempo que se tejen redes de confianza.